CASTELLÓ. La transición energética es uno de los principales retos de la industria cerámica por diferentes motivos: por una descarbonización progresiva que exigen cada vez con mayor insistencia las autoridades europeas en la industria, pero también para conseguir autonomía, un horizonte que se ha revelado esencial tras la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente subida de precios en la energía. Y progresivamente el clúster azulejero da pasos para esa reconversión, que se antoja una costosa quimera.
Las azulejeras exploran, en ese sentido, alternativas al gas natural que hasta ahora han empleado en los hornos de cocción. Una búsqueda que por el momento sólo ha encontrado en la electricidad una tímida respuesta, si bien exige inversiones importantes en la renovación de los hornos así como un refuerzo de las redes eléctricas. Y aún así, las prestaciones de los hornos eléctricos todavía no son las mismas que las del gas. Un panorama que dificulta esta transición pero que plantea otras posibilidades como la del hidrógeno, y en el camino hacia la sostenibilidad, el hidrógeno renovable.
En esa línea, ya se han emprendido algunas experiencias que pueden abrir un camino en el sector, como la de Pamesa con la implementación de un centro de producción de hidrógeno renovable -utilizando energías renovables en el proceso de electrólisis- en una de sus atomizadoras. El reto es, si este camino es rentable, extenderlo al resto de la cadena productiva. Y en ese sentido, no sólo los fabricantes de azulejo y baldosas cerámicas tienen algo que decir, sino también en el subsector de las fritas y esmaltes, donde podría decirse que esta transición es más embrionaria.
En ese sentido, la patronal de esmalteras y fritas, la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC), ha dado un paso al frente en la investigación de esta fuente de energía en sus procesos productivos con un proyecto experimental que desarrollará en los próximos dos años y en el que invertirá 2,1 millones de euros. Sobre la iniciativa se conoce una explicación somera: la idea pasa por implantar dentro de una planta de producción, un nuevo sistema de hornos y quemadores para fritas que funcionen, al menos parcialmente, con hidrógeno verde.
Sería relevante, de este modo, en tanto se considera la primera gran iniciativa de este tipo en el ámbito de las fritas y esmaltes, y recibirá financiación pública. Concretamente, la Generalitat Valenciana aportará 1,3 millones de euros del total presupuestado por Anffecc para este proyecto. La ayuda correrá a cargo de una subvención de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo para impulsar proyectos industriales estratégicos en la Comunitat Valenciana, dentro de la sexta fase de implantación del Plan Estratégico de la Industria Valenciana.
La dirección general de Industria de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo resolvió este miércoles los proyectos contarán con una subvención, que en total asciende a 4,1 millones de euros. De los diez proyectos que se habían presentado, se han seleccionado cinco, publicados en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV): dos de valorización de baterías de vehículos eléctricos y otros tres destinados a la obtención de hidrógeno verde en la industria cerámica, entre los cuales está el de la patronal esmaltera.
Esta convocatoria va dirigida a apoyar la realización de grandes proyectos empresariales, tanto de inversión como de investigación industrial y desarrollo experimental, que se ejecuten en la Comunitat y busquen objetivos estratégicos, como fomentar la descarbonización de la industria o dar un impulso decisivo a un sector emergente.
Entre los seleccionados, hay uno de una empresa de Elche, Greene W2H2 SL, cuyo objetivo es la obtención de hidrógeno verde a partir de las diferentes fracciones de residuos biomásicos y la demostración de su uso en el sector cerámico. El proyecto cuenta con una inversión de más de 3,5 millones de euros, de los cuales 1,2 estarán financiados por la Generalitat. También se ha seleccionado la propuesta de Técnicas Reunidas Internacional S.A, que va a desarrollar su proyecto piloto de generación de nuevos electrolizadores alcalinos dirigidos a producir hidrógeno verde in situ en el clúster cerámico, con el fin de que las industrias de fabricación de baldosas y de fritas aumenten su autosuficiencia energética. El proyecto tendrá una inversión de 2,1 millones, 850.000 euros financiados a cargo de la Generalitat.
Todas las empresas beneficiarias tienen hasta final de 2025 para ejecutar sus proyectos y justificar ante la Conselleria los costes realizados y los resultados obtenidos, de manera que la administración valenciana irá realizando los pagos en cada anualidad según el grado de desarrollo de los mismos.