CASTELLÓ. La refinería de BP en Castellón ya se prepara para realizar la parada técnica de mayor envergadura hasta el momento en las instalaciones ubicadas en el polígono de El Serrallo. La energética espera iniciar los trabajos el próximo 15 de octubre en una operación que se prolongará durante 52 días y que permitirá el mantenimiento de las múltiples unidades que constituyen la refinería, así como la reparación de sistemas que lo requieran.
La normativa obliga a realizar esta parada de mantenimiento cada lustro, aunque se puede hacer también cada seis años, como es este caso: la última tuvo lugar en 2017. El proceso consiste primero en ir parando las unidades de las cuatro secciones que conforman la refinería, algo que puede durar entre una y dos semanas, según fuentes consultadas por este diario. Con las unidades paradas, se inicia el trabajo de limpieza "con todos los requisitos de seguridad de manera progresiva para poder vaporizar y limpiar los interiores de tuberías y equipos", explican en este sentido, como preparación para las labores de mantenimiento y reparación.
Así, se realizan las reparaciones que no se pueden hacer cuando la refinería está en funcionamiento, y se aprovecha para realizar las conexiones necesarias para las ampliaciones de las unidades. También se acometen la sustitución de los catalizadores químicos que intervienen en los procesos de la planta, que tienen una vida limitada. Y realizados todos estos trabajos, se acomete al final la puesta en marcha de la planta, llenando de nuevo los equipos y alimentando el sistema con crudo de manera progresiva, otra tarea que puede tardar varios días.
Esta actuación no sólo se vivirá de puertas hacia adentro, puesto que su envergadura tendrá un impacto notable en su entorno, especialmente a nivel económico. Por ejemplo, la compañía energética tiene prevista una inversión de 113 millones de euros en todos estos trabajos, de los cuales la mitad se destinan a nuevos proyectos y actualización de unidades existentes, y el resto a la revisión y puesta a punto de más de 600 equipos del proceso productivo de la planta.
En los trabajos intervendrán hasta 4.000 profesionales venidos de territorio nacional pero también de empresas extranjeras, y en todo el proceso tomarán parte unas 150 empresas auxiliares, lo que supondrá una actividad laboral de más de un millón de horas de trabajo, según datos de la propia compañía. Se trata de un incremento sustancial respecto a la última parada general de la refinería, realizada en octubre de 2017. Entonces, intervinieron hasta 3.700 profesionales y conllevó una inversión de 82 millones de euros.
El impacto sobre la economía local, de este modo, será real, dadas las necesidades ligadas al incremento de mano de obra necesario para acometer los trabajos. "Sectores como el de la hostelería, la restauración y el transporte se verán especialmente beneficiados por esta actividad como consecuencia del aumento de la demanda de sus servicios", asegura BP en un comunicado, teniendo en cuenta la atracción de profesionales que implicará la parada durante casi dos meses.
Adicionalmente, la compañía ha diseñado un plan de medidas de forma proactiva para minimizar el impacto que la parada general pueda tener en el entorno. Entre estas iniciativas se encuentran la utilización de diferentes técnicas industriales para atenuar el efecto de algunas tareas de mantenimiento, la optimización de los procedimientos de trabajo y la instalación del prototipo de una barrera provisional, como parte del proyecto de barrera acústica promovida voluntariamente por la asociación de industrias del polígono El Serrallo (INDES).
Durante la parada, la compañía llevará a cabo los primeros trabajos para iniciar la transición de la refinería en un hub de energía integrada, lo que conllevará la inversión total de más de 2.000 millones de euros. "Un hub pensado para descarbonizar no sólo las operaciones de la refinería de bp, sino también las de distintos sectores productivos de la Comunitat Valenciana, y que albergará el mayor proyecto de hidrógeno verde de la comunidad", subraya la firma en el comunicado.
Su plan de hidrógeno verde busca producir desde territorio castellonense ya en 2027 cerca de 31.200 toneladas anuales y 400.000 toneladas de biocombustible. Una iniciativa del Clúster del hidrógeno de la Comunidad Valenciana, bajo la denominación HyVal, que la propia firma lidera en alianza con Iberdrola, que se basará en la colaboración público-privada junto a la Generalitat Valenciana, y en la que sólo la compañía británica invertirá 2.000 millones de euros.
Desde su inauguración en 1967, la planta se ha convertido en una de las refinerías del mundo más eficientes energéticamente dentro de su categoría. De hecho, es uno de los ejes estratégicos más importantes de bp en el sur de Europa, por lo que ocupa un lugar "muy importante en la estrategia cero emisiones netas" con la que la compañía persigue alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.
