Las empresas del Serrallo piden una aclaración y retrasan la pantalla acústica, que no tiene fecha

2/01/2023 - 

CASTELLÓ. El anteproyecto de pantalla acústica elaborado por la Asociación de Industrias de El Serrallo se encuentra a la espera de ser ratificado como la mejor técnica disponible por la Conselleria de Transición Ecológica. Aunque esta ya realizó el pasado mes de junio un informe favorable del anteproyecto, las empresas han solicitado que se recoja también que la construcción de la pantalla se trata de la mejor opción entre las posibles. Así lo asegura la concejala de Territorio, Movilidad Urbana, Patrimonio y Vivienda de Almassora, Carmina Martinavarro, quien añade que las compañías lo han pedido para tener "seguridad jurídica".

La construcción de la barrera, que responde con años de retraso a las quejas de los vecinos, correrá a cargo de las empresas del polígono después de que el Ayuntamiento de Almassora completara la compra del terreno necesario en octubre. La estructura tiene por objetivo terminar con los ruidos en las casas, pero ese no es el único problema que afecta a quienes viven cerca del polígono petroquímico El Serrallo.

Según explica Pablo de Tomás, presidente de la Asociación Vecinos Playa  de Almazora, también sufren fuertes olores, un alto nivel de contaminación y falta de servicios básicos y accesos de calidad. "Cuando ves que no mejoran los accesos ni los servicios, piensas que esta zona es un marrón y prefieren dejarla morir", sentencia el representante de los vecinos.

Más trámites pendientes

Martinavarro define la pantalla como un "muro elevado como los que se ponen alrededor de las carreteras o los aeropuertos" y no se atreve a dar una fecha aproximada para que dé comienzo su construcción. La concejala apunta que la ratificación por parte de la conselleria no es el único trámite a cerrar. Además, el Ayuntamiento de Almassora ha de firmar un convenio de colaboración con las empresas que permita a estas construir en un suelo que pertenece al consistorio.

En 1998 se aprobó el que todavía es el plan general de ordenación urbana de la localidad, que convirtió el suelo de la zona en urbano. Por tanto, todas las personas afectadas por la actividad petroquímica del polígono El Serrallo viven en casas absolutamente legales. "Se podían intuir los problemas que iba a haber, no fue una buena decisión", declara Carmina Martinavarro al respecto. 

Pablo de Tomás reconoce que el mayor miedo de los vecinos es que, como ya pudo haber ocurrido con el Plan de Acción Territorial de 2020, sus viviendas queden fuera de ordenación.

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