CASTELLÓ. La eliminación de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas de Castelló tiene visos de convertirse en un problema para el Ayuntamiento de la capital de la Plana. Los empresarios, lejos de acatar las medidas correctoras, presentan una contraoferta al concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, que implica alargar el actual horario de consumo de alcohol en la calle hasta las 23.30 horas, cuando el equipo de gobierno plantea reducirlo en media hora, pasando de las 22.30 horas a las 22.00.
Ambas partes mantuvieron este martes una reunión para valorar el acuerdo de la Junta de Gobierno Local. El encuentro sirvió para constatar las alejadas posturas. Los hosteleros, representados por Ernesto Bou (Tasca Ernesto-La Oficina) y David Amado (Amado), trasladaron su malestar al edil, al que recordaron los esfuerzos realizados en estos años, especialmente durante la pandemia, al objeto de reducir el ruido en Barracas e Isaac Peral.
Navarro explicó los términos de la propuesta para suprimir la ZAS y advirtió que la ley de protección contra la contaminación acústica exige impeler acciones encaminadas a controlar los niveles de decibelios. De ahí la necesidad de mantener unas mínimas restricciones durante los dos próximos años, periodo de obligado cumplimiento con vistas a valorar más adelante la vuelta definitiva de las tascas a la normalidad.
Las explicaciones dadas por el regidor no convencieron a los empresarios. Al contrario, estos insistieron en su propuesta de ampliar el horario. Para ello, esgrimieron dos argumentos: que la afluencia de clientes se ha visto ostensiblemente mermada desde la irrupción de la covid, habiendo además nuevas zonas de ocios en la ciudad; y que la normativa autonómica prolonga la franja diurna hasta las 23.00 horas.
Sin haber alcanzado un acuerdo, las dos partes se emplazaron para dentro de dos semanas al objeto de tratar de aproximar posturas. Un acercamiento que parece improbable en vista de las distantes posiciones. Los hosteleros consideran que las medidas correctoras les penalizan. Al respecto, no solo fijan una limitación a propósito del consumo de alcohol, sino que prohíben la concesión de licencias de actividad, independiente de si se trata de nuevas aperturas o de ampliación de negocios.
El acuerdo de la Junta de Gobierno para cesar la ZAS todavía no ha completado la tramitación administrativa, ya que debe aparecer publicado tanto en la web municipal como en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Una vez los anuncios resulten visibles, se abrirá un plazo de un mes de exposición pública. Aquellos colectivos o asociaciones vecinales que lo deseen podrán formalizar las correspondientes alegaciones.
Salvo que las cosas cambien mucho, una de esas entidades que recurrirá es la asociación de empresarios de las tascas. Presumiblemente no será la única, en tanto en cuanto Sense Soroll ya ha anunciado su voluntad de presentar distintos escritos al oponerse a la decisión de eliminar la Zona Acústicamente Saturada. No en vano, la plataforma consiguió en 2010 cambiar el marco legal del área comprendida entre Santa Clara, Mayor, Vera, Barracas e Isaac Peral tras presentar una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).