CASTELLÓ. Más de 21 años de andadura profesional en el campo de la industria auxiliar del azulejo avalan a Rubén Gómez como uno de los garantes del producto final en el proceso de fabricación cerámica. Director general de Sigmadiamant, empresa fundada en 2003 y hoy con doble sede en Almassora y Barcelona, se presenta a Plaza Cerámica como un trabajador más dentro de un cualificado equipo que ha hecho de la innovación en el corte, rectificado y pulido sus principales señas de identidad. Sigmadiamant, que hoy emplea medio centenar de trabajadores repartidos en sendas plantas de producción y distribuidora, no ha parado de crecer desde su constitución y ya prevé un buen cierre de año con una facturación que rondará los 16,5 millones de euros. Rubén Gómez dice no tener secretos para burlar las crisis, pero da algunas claves del éxito: estar al lado de un cliente al que llama "colaborador", apostar por la excelencia en los perfiles profesionales y, sobre todo, invertir en innovación y desarrollo.
-Hábleme de los comienzos de Sigmadiamant.
Empezamos en el año 2003. Al frente de todo, al principio, éramos cuatro personas, entre ellas, mi hermano Javier, que es mi mano derecha, socio fundador y ocupa la vicepresidencia de la empresa.
En aquellos inicios nos dedicábamos a la comercialización de productos diamantados, discos de corte y muelas de rectificado, dirigidos a la industria cerámica y piedra natural. Tras unos años ganando cuota de mercado, en 2006 establecimos una alianza con uno de nuestros proveedores, lo que nos permitió incorporarnos en una sociedad con la que nos embarcarnos también en la producción.
-Pero usted ya venía del sector...
Efectivamente. Antes había estado en Pamesa, donde trabajé en la sección de pulido y rectificado; de ahí pasé a ser director comercial en una compañía italiana de diamante industrial y, finalmente, decidimos montar nuestra propia empresa en Almassora.
-Además de la constitución y de la llegada al ámbito de la producción, ¿qué hitos considera más importantes en la trayectoria de Sigmadiamant?
Desde el comienzo apostamos por la exportación, si bien arrancamos en Portugal, enseguida empezamos a llegar a diferentes países, Francia, Bélgica, México, Brasil y buena parte de Sudamérica, además del norte de África.
Durante la crisis del 2008, la empresa era muy joven, pero había posibilidad de ir creciendo. Veíamos posibilidades y las queríamos aprovechar, como así hicimos. Decidimos exportar para ir creciendo sin olvidar, claro, el mercado nacional. Nos fue bien. Los peores años de aquella crisis los pudimos sortear incluso creciendo en una positiva progresión. 2012 fue una fecha importante para nosotros, porque decidimos apostar por incorporar a personal de asistencia técnica, trabajadores muy cualificados que nos situaron como pioneros en nuestro sector a la hora de crear este servicio en España. Es un servicio postventa de gran valor para nosotros y que cuenta con un gran reconocimiento por parte de nuestros clientes.
-Ustedes llevan a gala ser muy innovadores a la hora de ofrecer nuevos productos y soluciones...
La clave es conocer las necesidades de los clientes y estar muy preparados para aportar esas soluciones. Cuando damos un soporte técnico a los clientes vemos las necesidades de mejora que tienen. Año tras año, o producto tras producto, estamos viendo las inquietudes y los retos que acompañan al cliente que, más que cliente, es para nosotros, un colaborador que nos acompaña en la elaboración de nuevas herramientas y nuevos productos. El cliente es parte esencial de nuestros desarrollos y, desde luego, un incentivo constante para seguir innovando.
-¿Y qué hacen para conocer las necesidades del cliente?
En nuestro laboratorio procesamos un trabajo previo al cliente. Lo que pedimos a nuestros colaboradores -como son los colorificios- son materiales que ellos producen. Ellos nos dicen qué quieren y, antes de darle una respuesta, analizamos su producto y, aparte de lo que ellos nos piden, añadimos nuestras propuestas para ir siempre un paso por delante en busca de las soluciones no solo presentes sino también futuras.
Para nosotros es prioritario que nuestros clientes sean diferenciadores en el mercado. Nuestro objetivo fundamental es ayudarles a alcanzar el mejor producto. Si logramos esto habremos conseguido diferenciarnos también nosotros. Vamos de la mano en esto y si alcanzan un producto sobresaliente, ese éxito siempre es compartido.
-El mercado es cada día más complejo y exigente, ¿cómo afecta esto a los perfiles profesionales?
Una de nuestras prioridades es contar con perfiles profesionales potentes. Hemos ido incorporando personal que ya contaba con formación y una amplia experiencia, lo que nos hace más fácil mejorar. Es verdad que tiene un coste muy alto, pero creemos que es base de nuestro éxito. Tener personal muy cualificado nos permite llegar a donde queremos llegar. A modo de ejemplo, diré que en la parte de desarrollo con químicos especializados, dirección técnica y dirección comercial hemos avanzado bastante gracias a este interés que tenemos por incorporar a personas de primer nivel, que nos permita seguir creciendo y dando las mejores soluciones a nuestros clientes.
Lo importante es llevar a buen término esa innovación que, en algunos casos, nos llevan años de experimentación, de investigación, de mucho trabajo, pero al final el resultado suele ser muy satisfactorio cuando vemos sus ventajosos efectos en los acabados de los productos de nuestros clientes.
-Ustedes tienen una destacada presencia internacional. ¿A dónde llegan?
Estamos presentes en unos 50 países, con sedes propias en Polonia y Brasil, disponemos de distribuidores en México, Portugal, Turquía, Rusia y en torno a una decena de países.
En el mercado nacional estamos creciendo en torno al 10% mientras que en el exterior lo hacemos un 20%. El mercado exterior supone el 30% de la facturación total de la empresa.
Nuestro principal hándicap con respecto a nuestros principales competidores, los italianos, es que ellos disfrutan de un respaldo financiero estatal con los que los españoles no cuentan. Ahí, nosotros lo tenemos peor, pero somos muy competitivos y sabemos aportar ese plus necesario para ganar cuota de mercado.
-¿Cómo les ha ido con la covid?
Como le ocurrió a todo el sector, las semanas de confinamiento fueron complicadas, pero enseguida pusimos las medidas necesarias para hacer frente a la situación, tanto en la fabricación como en la distribución, establecimos reuniones telemáticas, etcétera, pero continuamos creciendo durante este periodo. En 2020, pese a la pandemia, pudimos seguir creciendo, con la incorporación de personal técnico, el I+D…
-Si tuviera que elegir la principal fortaleza de Sigmadiamant, con qué se quedaría.
¿Solo una? [ríe] Tenemos muchas. Eso sí, cuando nos dirigimos a un posible cliente lo único que le digo es que me dé una oportunidad, porque tengo la seguridad de que no le voy a defraudar y le demuestro todo lo que nuestra empresa puede hacer a diferencia del resto.
-Dice sentirse muy satisfecho con su servicio posventa...
Es verdad. Para nosotros es muy importante tener la capacidad de entrega inmediata y respaldar a nuestros clientes en un servicio técnico y de postventa lo suficientemente eficiente y con garantías. Aportamos esa tranquilidad de tener un estocaje que satisfaga al cliente en cada momento. Es fundamental. Y es cada día más importante, como estamos viendo últimamente con los déficits que se están dando en la materia prima. Nosotros tenemos material en estoc para suministrar a nuestros clientes a un plazo de cuatro meses y es algo que venimos haciendo desde hace tiempo. Esto reporta muchas ventajas. Reitero que aportamos tranquilidad al cliente, que debe saber que el suministro nunca le va a faltar.
-En su portfolio hay numerosos productos pero, a título personal, ¿con cuál se quedaría?
Permítame dos. Hay uno que para mí es especial, que son los discos de corte. Y lo explico, porque en su día nacimos con ellos y es algo que tiene mucho que ver con las propias emociones. Desde luego, continuamos trabajando para que este producto no decaiga.
Por otro lado, el abrasivo de pulido. Digamos que es lo más complicado, pero también lo que más nos satisface como producto ya que conlleva un complejo desarrollo. Es investigación continua, asumir retos, inversión… Fuimos la primera empresa en España en incorporar una pulidora para el I+D+i en pulidos, abrasivos… Digamos que es el producto estrella de nuestra casa.
-Dígame, ¿qué previsiones maneja a nivel de sector y en Sigmadiamant?
Pues en general, hay que tener en cuenta el notable incremento de los costes, que afecta a la luz, el gas, el acero, hierro, aluminio, la resina, diamante industrial... Es algo que está ahí y está a la vista de todos.
En particular, nosotros, como ya he señalado, disponemos de un amplio estoc que nos garantiza hacer frente a estas fluctuaciones en los mercados, pero hay elementos como el transporte, el encarecimiento de los portes, la falta de contenedores, etcétera, que afecta a todo el sector, aunque es una industria que ha demostrado su buena salud y, sobre todo y siempre, su buen hacer. Sigmadiamant seguirá creciendo y, por supuesto, haciendo crecer a sus clientes-colaboradores.