CASTELLÓ. Que el sector azulejero atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia no escapa a nadie. Los cierres de compañías históricas como Todagres o Azulejera Alcorense, así como otras más modestas como Eneacer o Struker, unidos a la gran cantidad de expedientes de regulación temporal de empleo que vienen solicitando las empresas (la patronal azulejera Ascer concreta en 71 los ERTEs pedidos hasta el 18 de octubre con afección a 8.418 puestos de trabajo) dan una idea de la situación.
Pero hay otras cuestiones que también sirven de exponente, máxime cuando afectan a fabricantes líderes. Sin ir más lejos, el Grupo STN decidió en la tarde del lunes cesar la producción en sus tres factorías: Stylnul, Azulmed y Tesany. Aunque desde el grupo de la familia Aparici niegan la noticia y no ofrecen más explicación al respecto, lo cierto es que múltiples fuentes vinculadas al sector en diferentes ámbitos la confirman y Mediterráneo ya la ha avanzado.
Las fuentes incluso apuntan las razones del paro: aunque inevitablemente el coste del gas subyace, lo que ha motivado el apagado de los hornos es fundamentalmente la falta de espacio para el almacenaje del producto. No en vano, en plena vorágine inversora para aumentar la capacidad de fabricación, que ha disparado, STN también ha proyectado un gran centro logístico en la Plana Baixa, pero este todavía se encuentra en tramitación administrativa.
Asimismo, también se encuentra enfrascado en la ampliación de instalaciones, como las de Vitacer en Vila-real, y ha iniciado las obras de urbanización del PAI Finca dels tres termes, en Xilxes, donde además de convertir el antiguo Hotel Simba en sus oficinas, también tiene espacio para albergar nuevas zonas de almacenaje.
Lo curioso del caso es que, pese a que no dispone de sitio libre para almacenar el producto que sale de sus hornos, una de las tres factorías de STN, Tesany, ultima la puesta en marcha de otro horno, con más de 200 metros de longitud y de gran capacidad, en la misma línea de los que ha venido activando en los últimos años. Fuentes conocedoras señalan que esta nueva instalación productiva estará en disposición de entrar en funcionamiento en el plazo de un mes, aproximadamente.
Esto solo hará que agravar el problema de almacenamiento del grupo, bajo el que en realidad subyace otro más grave: el estancamiento de los pedidos que vive el sector azulejero castellonense, del que viene alertando la patronal Ascer desde hace meses y que ya comienza a reflejarse en las estadísticas de exportación.
Sin duda una mala noticia que, en el caso de STN, la buena salud financiera del grupo minimiza su impacto, señalan fuentes conocedoras. En este sentido, la compañía no ha echado mano de ningún expediente de regulación temporal de empleo para encarar la semana de paro forzoso. De hecho, hasta ahora no lo ha solicitado en base a su política de empresa, apuntan otras fuentes, aunque hay quien consideran probable que pueda verse forzada a pedirlo ahora.
En esta situación, el segundo fabricante europeo de azulejos y baldosas aprovecha esta semana de paro productivo, que se prolongará hasta el próximo día 2, cuando prevé retomar la actividad, para llevar a cabo tareas de mantenimiento y limpieza en sus instalaciones. Pero esto solo supone una pequeña carga de trabajo para el millar de empleados con que cuenta. De esta manera, a la mayoría la empresa les ha dado un permiso retribuido, es decir, les han adelantado las vacaciones.