VILA-REAL. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, y el director general de Administración Local de Presidencia de la Generalitat Valenciana, Adolf Sanmartín, han rubricado este jueves un protocolo de colaboración entre la administración autonómica y el consistorio para fomentar la adquisición de patrimonio inmobiliario municipal.
A través de este acuerdo, el gobierno del 'president' Ximo Puig se compromete a ayudar económicamente al Ayuntamiento de Vila-real para la adquisición de dos nuevos inmuebles destinados a cubrir las necesidades de las entidades culturales de la ciudad así como a dotar de unas mejores instalaciones municipales para la atención a la ciudadanía.
Así, el gobierno autonómico sufragará los cerca de 1,2 millones de euros que supondrá esta operación para ampliar las instalaciones al servicio de la ciudadanía.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real ha cerrado el acuerdo para la adquisición de dos inmuebles: el edificio del antiguo bingo de la avenida del Cedre y las antiguas oficinas de CaixaBank en la plaza Mayor, a unos 20 metros escasos del edificio del Ayuntamiento.
En el caso del edificio del antiguo bingo, la compra se ha valorado en unos 810.000 euros, a pagar en tres anualidades, la primera de ellas por importe de 300.000 euros. Se trata de un edificio de 1932, antiguo almacén citrícola conocido como ‘Els messegueros’, que conserva la estructura exterior original y que tiene una superficie total de 1.236 metros cuadrados construidos.
La intención del equipo de gobierno es convertirlo en un gran edificio cultural, un espacio que sería la sede de la Escuela de Tradiciones y en el que podrían tener su local de ensayo las corales de la ciudad o diferentes agrupaciones musicales que ahora utilizan la Casa dels Mundina, unas dependencias que también se encuentran colapsadas. Además, del edificio central, la compra también incluye un piso superior de 129 metros cuadrados donde se podrían instalar oficinas.
Por otro lado, las antiguas oficinas de CaixaBank en la plaza Mayor tienen una superficie de 277 metros cuadrados, y están valoradas en unos 380.000 euros. Este edificio resulta de especial interés puesto que alberga en su interior dos arcos de origen medieval que están protegidos, de manera que su adquisición garantiza la conservación de este patrimonio local.
El objetivo es ubicar oficinas administrativas del consistorio, concretamente el servicio de Atención y Trámites, ya que actualmente la Casa de la Vila se encuentra colapsada.
Aunque el equipo de gobierno planteó en su día la posibilidad de trasladar las dependencias de Atención y Trámites a la planta baja del Gran Casino, esta opción se ha descartado para no hipotecar un inmueble que ha demostrado su gran versatilidad como espacio para uso cultural y social, donde se han celebrado diferentes actividades tanto municipales como de la sociedad civil: abonos del Villarreal CF, showcooking de las jornadas gastronómicas,…
El protocolo destaca que la adquisición de ambos inmuebles responde al interés público “no sólo por el valor arquitectónico, cultural, patrimonial y etnológico de los mismos, sino también por su utilidad para impulsar algunos de los proyectos aprobados en el Plan de Acción Local de la Agenda Urbana de Vila-real” aprobado por un amplio consenso de los grupos políticos municipales.