VILA-REAL. El Programa de Actuación Integrada del nuevo clúster de la innovación cerámica, ubicado junto a la carretera de Vila-real a Onda y que promueve el primero de estos ayuntamientos, ha recibido tres recursos judiciales después de que fueran rechazadas sus alegaciones. Se trata de dos particulares y de la compañía Porcelanosa, poseedora de prácticamente un tercio de los 2,5 millones de metros cuadrados del PAI.
Pese al recurso al Tribunal de lo Contencioso-Administrativo, desde ambas instancias quitan hierro al enfrentamiento y destacan que ya han comenzado a negociar para resolver las diferencias. Estas consisten, según fuentes de la compañía azulejera en "cuestiones técnicas y de defensa de los intereses de las empresas del grupo".
Este es precisamente el argumento que también exhibe el Ayuntamiento de la localidad, la defensa "del interés general de la ciudad" para la ratificación, en el próximo pleno, la personación que el alcalde José Benlloch, ha realizado. La situación se produce después de que el consistorio diese luz verde en octubre al nuevo PAI del clúster de la innovación cerámica. En aquella sesión plenaria se aceptaron cuatro alegaciones (total o parcialmente) de las 16 presentadas. Entre las desestimadas se encuentra la de Porcelanosa Grupo, que posee 609.000 metros cuadrados del PAI, el 32,17% del total.
En todo caso, las denuncias ante el juez no suspenden la tramitación, algo que tampoco persigue Porcelanosa: "El recurso en ningún caso supone la oposición de Porcelanosa Grupo al PAI, que esta empresa apoya y defiende como un proyecto estratégico para el desarrollo industrial de la provincia y del propio grupo", señala la firma en un comunicado.
Se trata así de cuestiones "propias de la tramitación" de programas de este tipo, apuntan fuentes cercanas, que no dudan en que se encontrará una solución amistosa antes de que el conflicto pueda avanzar en el juzgado.
No en vano, Benlloch remarca que el PAI, de 2,5 millones de metros cuadrados, supondrá una inversión de 44,5 millones de euros y la intención del consistorio es "retomar las obras esta primavera" tras 15 años paralizadas. "Por fin hemos podido relanzar un proyecto imprescindible para la nueva Vila-real del siglo XXI, que pondrá a disposición de la industria suelo de calidad, que mejorará de forma importante las condiciones de las empresas actualmente en la zona y atraerá nuevas inversiones", subraya el alcalde.
La tramitación del PAI arrancó en 1999, cuando se aprobó inicialmente el proyecto, que quedó paralizado en 2008 con solo un 34% de obras ejecutadas. Desde el consistorio remarcan que comenzaron a trabajar en su redefinición en 2011 y a la par han ido dando salida a importantes propuestas industriales en la zona y hasta 10 unidades de reparcelación. El nuevo proyecto se aprobó definitivamente en pleno municipal el pasado 4 de octubre tras notificar a 520 propietarios.
Las modificaciones del proyecto se derivan, además, en una nueva retasación del 19,3% y un nuevo convenio urbanístico, lo que supone que el coste de la urbanización se incrementa en 7,2 millones de euros respecto al coste previsto en 2008, hasta alcanzar los 44,5 millones de euros. Este aumento corresponde al incremento del IPC desde 2008, las mejoras exigibles en la urbanización así como a obligaciones legales.