CASTELLÓ. El coronavirus conllevó en abril una caída de la actividad en las factorías del clúster azulejero castellonense de un 60% comparada con el año anterior. La cifra la aporta el Índice de Producción Industrial (IPI), elaborado por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, cuyo descenso ronda este porcentaje tanto para la fabricación de revestimiento cerámico como para la de fritas, esmaltes y colorificios.
La caída se produce después del paro forzoso decretado por el Gobierno para los diez primeros días de abril, cuando todas las fábricas de baldosas y prácticamente todas las esmalteras cesaron su producción (a pesar de que estas últimas tenían permiso para no hacerlo). Tras ello, la vuelta a las factorías fue gradual y cifrada en un 25% en un primer momento para los fabricantes de revestimiento (los técnicos cerámicos hablaron de un 35%), mientras desde la patronal Anffecc se señaló que todas las esmalteras volvieron al trabajo "con normalidad", algo que no sucedió tal cual.
Y es que la caída de actividad, según el IPI, fue en abril mayor para los fabricantes de esmaltes (un 62,1%) que para los de baldosas (un 56,5%). En lo que se refiere a estos, y dado que la actividad fue nula en los primeros días, la vuelta a la actividad fue por el contrario mayor de lo que se cifró en un primer momento.
Con todo ello, las cifras de abril empeoran notablemente la caída productiva de marzo, cifrada en un 10% en la misma estadística de la Conselleria. Pero para ponerla totalmente en contexto habrá que esperar a las estimaciones de mayo, una vez que los datos no estén viciados por el paro obligado. A partir de ese momento habrá que ver cómo evoluciona el negocio azulejero, que ya parece apuntar algunos signos de recuperación.
Eso sí, en abril la caída productiva fue mayor que la de facturación, cifrada por la patronal Ascer en un 45%. La salida de producto marcará, de esta manera, el devenir de la principal industria castellonense.