CASTELLÓ. El récord de viajeros que alcanzó el año pasado la provincia de Castellón, con 1,27 millones de viajeros alojados en hoteles, y un crecimiento del 4,8% en el volumen global, según las cifras de la patronal autonómica Hosbec, no se vio acompañado por unas buenas cifras de rentabilidad. De hecho, estas bajaron, según desvela la organización.
En lo que se refiere a los viajeros llegados a las comarcas castellonenses, Hosbec destaca que se produjeron, en el conjunto de todos los alojamientos (hoteles, campings y apartamentos turísticos), Castellón registró una subida de 130.000 pernoctaciones respecto a 2018.
El registro mensual, tanto de viajeros como de pernoctaciones, refleja la estacionalidad del destino, que concentra la mayor parte de su actividad de abril a octubre. Incluso esa estacionalidad puede acotarse mucho más, porque casi el 40% de la actividad hotelera se concentra en los meses de junio, julio y agosto.
La provincia, que cifra en un 53,1% su ocupación media anual, refuerza los datos anteriores con un incremento de la planta hotelera que amplía la capacidad en 600 plazas. Estos cambios también implican un crecimiento del 13% del personal acorde al aumento de la oferta.
Los empresarios hoteleros de Castellón apuestan igualmente por la creación y consolidación del empleo estable y de calidad, creciendo en más de un 10% el número de trabajadores directamente vinculados a la actividad hotelera.
En cuanto a la distribución por zonas, según el estudio de Hosbec casi la mitad de quienes visitaron la provincia tuvieron como destino Castelló de la Plana y Peñíscola, destacando este último municipio con más de 400.00 turistas, que lo escogieron, sobre todo, como destino de sol y playa durante las vacaciones de verano.
Ambos destinos cifran su ocupación anual en más del 56%, superando el dato del global provincial en tres puntos. Asimismo, aunque la capital de la Plana muestra una ocupación más estable que Peñíscola a lo largo del año, las dos ciudades registran su mayor actividad turística en el mes de agosto con un 81,7% en el caso de Castelló y un 91,1% en el de Peñíscola.
A pesar de los datos positivos que acumula el territorio castellonense en el pasado 2019 respecto a la captación de viajeros y a la cantidad de noches que pasaron en la provincia, el plano económico se resintió. Y es que el descenso de los precios fue muy acusado, sobre todo en lo que se refiere a la principal referencia turística de la provincia: Peñíscola.
De seta manera, aunque la tarifa media diaria (ADR) y los ingresos por habitación (RevPar) cayeron en casi todo el segmento vacacional de sol y playa en la Comunitat Valenciana, el bajón no es comparable a lo que sucedió con la Ciudad en el Mar. De hecho, en la capital de la Plana los ingresos por habitación crecieron ligeramente.
Por su parte, en Peñíscola los empresarios redujeron en más de 16 euros la tarifa media diaria y en 7,5 los ingresos por habitación disponible, quedando ligeramente por encima de los 40 euros y situándose de esta manera a la cola en comparación con el resto de destinos de la Comunitat, resaltan las cifras de Hosbec.
Aunque el incremento de la competencia con otros destinos nacionales ya preveía un ajuste en los precios, la caída no es comparable a la evolución en ningún destino. De hecho, las medias nacional y autonómica en ingresos por habitación disponible aumentaron ligeramente. Sin duda, una cuestión a analizar por los empresarios de la Ciudad en el Mar.
Con estos datos, la provincia registró en su conjunto unos ingresos por habitación disponible (RevPar) de casi 40 euros, mientras que su tarifa media (ADR) fue de 69,35 euros diarios.
Por todo ello, y a tenor de los datos económicos de Castellón, muy por debajo de las medias de la Comunitat y del conjunto de España, las fuentes de Hosbec destacan que el territorio autonómico y todos sus destinos turísticos "están muy lejos de tener márgenes en el mercado para inventos fiscales". Es decir, para aplicar la tasa turística. Desde la patronal turística autonómica resaltan que todos los ratios de precios e ingresos "están por debajo de las medias nacionales, lo que significa que el mercado no asumiría sin un importante coste de competitividad la imposición de nuevos impuestos que pudieran gravar la actividad hotelera de la Comunitat".
En cuanto a los apartamentos turísticos, estos contribuyeron en gran medida a la tendencia positiva en lo que se refiere a la captación de turistas. Así, en línea con la provincia de Valencia, Castellón creció un 12,8% en volumen de viajeros y las pernoctaciones aumentaron considerablemente hasta rozar 1,9 millones.
La estancia media de aquellos que eligieron la provincia como destino de vacaciones fue de 5,5 días, un registro mayor al del sector hotelero, que se quedó en 2,8 días. Otras características propias de este mercado fue que sus clientes tienen preferencia por los fines de semana y que el 86,7% de quienes se alojaron en apartamentos son de nacionalidad española.
Asimismo, el sector sumó 940 plazas reguladas, repartidas en 214 apartamentos, siempre según las cuentas de Hosbec. Asimismo, el personal que trabajó en ellos aumentó en 30 personas.
En lo que se refiere a los campings, se han convertido en uno de los grandes activos turísticos de la provincia de Castellón, que superan incluso a los apartamentos con más de 2 millones de pernoctaciones. Eso sí, la cifra fue ligeramente (-2,9%) menor a la de 2018 a pesar de que sumaron clientes.
Entre los 38 establecimientos operativos en la provincia, los mismos que el año anterior, los hay que se han convertido ya en una referencia en el panorama estatal. No en vano, Peñíscola figura en el ranking G20 con casi 460.000 pernoctaciones, mientras Benicàssim suma más de 300.000. Esto los posiciona muy cerca de destinos tan consolidados con Marbella o Platja d'Aro.