CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló cuece a fuego lento el megacontrato de transporte público, lo que se conoce como autobús urbano (Tucs). Aunque el objetivo era haber impelido ya la licitación, lo cierto es que los últimos retoques legales, a cargo del área de Contratación, harán que el expediente se apruebe previsiblemente por Junta de Gobierno Local en septiembre. La pretensión estriba en sacar el servicio a concurso público antes de noviembre. Si se cumple esa previsión, siempre en el mejor de los casos, la entrada en vigor se produciría en enero de 2025.
Fuentes municipales aseguran que los dos últimos flecos pendientes, esto es, el Plan Estratégico de Transporte y la cochera, están prácticamente definidos. Solo falta el OK definitivo para tener listo el pliego de prescripciones técnicas y administrativas. En el caso del estudio de movilidad, la nueva ley de la Comunitat Valenciana de 2011 obliga a incluirlo en las licitaciones, pero ese informe no había sido previsto por el anterior equipo de gobierno (Acord de Fadrell). De ahí que haya sido necesario encargar el informe. Así lo denunció el portavoz municipal, Vicent Sales, meses atrás.
En cuanto a lo que se conoce coloquialmente como campa (espacio para guardar los vehículos), Contratación deshoja la margarita acerca de la solución. Según la normativa vigente, el Ayuntamiento debería disponer de un aparcamiento municipal. Al carecer de una instalación similar, los funcionarios plantean varias posibilidades, aunque las dos que están encima de la mesa son: bien que la adjudicataria construya directamente el parking, amortizando la inversión a través del canon; bien que el consistorio habilite esa cochera con recursos propios.
La opción más rápida, administrativamente hablando, sería incluir en el contrato la obligatoriedad por parte del contratista de ejecutar una aparcamiento en unos terrenos municipales. Aunque la empresa utilizaría la infraestructura durante la vigencia de la prestación, la titularidad correspondería al municipio.
Las mismas fuentes consultadas explican que para materializar el parking no se necesita una amplia superficie, a pesar de que ha de tener suficiente tamaño como para albergar una flota de entre 40 y 50 autocares. El Plan General ofrece numerosas alternativas respecto a solares, principalmente en el extrarradio.
El nuevo megacontrato del autobús contempla un presupuesto de más de 100 millones de euros y una duración de 10 años. Para propiciar una renovación progresiva del parque móvil, se estima un gasto anual de más de ocho millones de euros, una cantidad que además crecerá a partir del segundo ejercicio con la pretensión de acelerar la sustitución de los vehículos de combustible fósil por omnibuses ecológicos.
Al margen de la modernización de los autocares, se reajustarán algunas de las 19 líneas para mejorar el servicio. Además, se implantará la tecnología para monitorizar con 4G los autobuses. Como consecuencia, se pondrá en marcha una aplicación móvil. Los usuarios podrán conocer en tiempo real los horarios de llegada en las paradas. Con un control exhaustivo de las frecuencias, se acabarán las esperas y las molestias de los usuarios.
El grupo Autotransportes colectivos castellonenses (Accsa) asume la concesión desde 1969. De ese año, ha ido renovando su vinculación contractual a medida que el consistorio ha promovido sucesivos procesos administrativos.