CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ha superado el plan de ajuste impuesto en 2012 por el Ministerio de Hacienda y que obligaba a, de forma trimestral, rendir cuentas ante el Gobierno central. Una situación que se ha prolongado nueve años y que acaba seis meses antes de lo previsto, según ha celebrado la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco.
La máxima autoridad ha aprovechado esta situación para sacar pecho de gestión ya que, según la alcaldesa, ha bajado la deuda "ilimitada", ha reducido las facturas en el cajón "y no hemos elevado la presión fiscal, al contrario". Es decir: menos deuda, pagar lo que se debía, rebaja de impuestos... "Todo gracias al aumento de la recaudación" vinculada al "incremento de la actividad económica" y "al aumento de las transferencias del resto de administraciones".
Es decir, a juicio de Marco, "el aumento de ingresos y una forma diferente de gestionar" han permitido reconducir la situación económica del Ayuntamiento "y que ahora podemos tomar nuestras propias decisiones". Es más, la alcaldesa ha metaforizado con que "Castelló ya es mayor de edad para tomar sus propias decisiones".
La alcaldesa ha explicado que en 2012 el Ayuntamiento se acercó a los 130 millones de euros de deuda y que afloraron 48,2 millones de euros en facturas en el cajón (es decir, pendientes de pago) que el Ayuntamiento ha ido reduciendo hasta quedarse con un suelo de 120.000 euros actuales, mientras que el ratio de endeudamiento a largo plazo alcanzó el 89,3%, "situación insostenible que abocó al Ayuntamiento a aprobar un plan de ajuste".
Este plan de ajuste se ha superado "gracias a un gran esfuerzo" ya que "no se han reducido las inversiones sostenibles" y ha ejemplificado conproyectos como el Castell Vell o la avenida Enrique Gimeno, "y hemos incrementado las políticas sociales, como por ejemplo aumentar un 500% las políticas de empleo que es la principale preocupación de los vecinos".
Marco también ha abordado la presión fiscal puesto que, con gráficos distribuidos a los medios, ha asegurado que se ha reducido el tipo impositivo del IBI pasando del 0,87 al 0,69 en la última década. "Aunque la oposición mienta de forma constante, no es verdad que se haya aumentado la presión fiscal", ha asegurado la primera edil.
En el caso del ICIO (Impuesto sobre Construcciones y Obras) la recaudación ha crecido hasta los 1,6 millones de euros de 2021 "pero el impuesto se ha bajado, lo que sucede es que hay una mayor actividad económica a causa de un mayor número de obras y reformas".
A efectos prácticos, la salida del plan de ajuste implica que "ganamosen credibilidad, en imagen de marca y en solvencia" algo "fundamental" para la alcaldesa y que viene a sumarse, según ha explicado "en que somos líderes en desarrollar la agenda urbana, líderes en reputación o en políticas de igualdad", ha presumido Marco.
Esta credibilidad se traduce en que "los bancos confían para trabajar con Castellón y nos abre un abanico de posibilidades de cara al próximo presupuestos" ya que se podrán distribuir los recursos municipales en "aquellos aspectos que más nos ayuden a reforzar el acuerdo del Fadrell". "Nos queda volar mucho y volar muy alto", ha asegurado la alcaldesa.