CASTELLÓ. La agrupación de Ciudadanos en Castelló vuelve por sus fueros y anuncia batalla a propósito de la designación del alcaldable de cara a los comicios municipales de 2023. Al menos, así se desprende de la maniobra de la junta local tras incluir en el orden del día de la asamblea ordinaria de este miércoles un punto (el cuarto) en el que solicita a la militancia el "apoyo específico hacia Eduardo del Pozo como cabeza de lista para las próximas elecciones".
La petición contraviene la estrategia impelida desde Organización sobre los candidatos, esto es, apostar por los actuales portavoces municipales. En el caso concreto del Ayuntamiento de la capital de la Plana, por Vicente Vidal, que continúa deshojando la margarita respecto a su futuro después de haber recibido el ofrecimiento de liderar la candidatura semanas atrás. De hecho, en teoría tiene de plazo hasta finales de mes para dar una respuesta, aunque el ardid del colectivo que comanda Alejandro López (sustituto de Juan José Povedano) puede precipitar su decisión.
El diputado autonómico tampoco sabe a estas alturas qué camino seguir dentro del partido liberal. Fuentes de su entorno aseguran que tiene que reflexionar sobre su porvenir, más cuando existe la posibilidad de encabezar la lista a Les Corts en el caso de que la vila-realense Merche Ventura renuncie a repetir. Las mismas fuentes trasladan cierta sorpresa al conocer la propuesta de la dirección local, cuyos miembros son completamente afines al anterior coordinador y padre de Eduardo, Félix del Pozo.
En estos momentos, el parlamentario castellonense está más centrado en València, donde ejerce toda su actividad política con un papel relevante en comisiones de recorrido, como Agricultura. No en vano, aunque desde el grupo municipal se le ha planteado en distintas ocasiones formar parte de algún equipo de trabajo o junta de distrito, siempre ha rechazado la invitación por falta de tiempo.
Por otro lado, tampoco se escapa que Vidal no es muy del agrado de la dirección local. Y eso que se trata de uno de los fundadores del partido en la ciudad. Sin embargo, rara vez ha coincidido con los postulados de la junta, más obsesionada en mantener el control para evitar intromisiones, especialmente si proceden del Cap i casal.
En las elecciones de 2019, Ciudadanos Castelló ya desoyó a la cúpula autonómica al bloquear in extremis la candidatura de Jesús Merino y presentar su propia lista ante la Junta Electoral con Alejandro Marín-Buck como número uno. Aquel controvertido episodio derivó en un cruce de acusaciones y querellas. Además, marcó la campaña de la formación naranja, que cumplió a medias con sus expectativas, ya que se conformó con cuatro concejales cuando las encuestas previas le otorgaban un mínimo de cinco como partido clave para decidir la alcaldía.
No es la primera vez que la agrupación de la capital de la Plana busca imponer su criterio en cuestiones orgánicas. Sin ir más lejos, en las primarias para elegir nueva junta local en febrero de 2021 promovió una candidatura alternativa a la auspiciada por la coordinadora provincial, Cristina Fernández. Las impugnaciones caracterizaron un proceso que se resolvió de manera ajustada a favor de la corriente continuista, es decir, la promocionada por Félix del Pozo con el citado Povedano al frente, aunque este dimitió hace unos meses.