CASTELLÓ. El 2023 arranca como terminó el 2022, con malos datos para el sector azulejero de la provincia, que sigue atravesando uno de los momentos más críticos de las últimas décadas por los altos costes de la energía y la crisis de demanda. Una de las consecuencias más preocupantes de esta crisis es su impacto en el empleo de la provincia, y es que a lo largo del pasado mes de enero se registraron 4 nuevos Expedientes de Regulación de Empleo que afectarían a un total de 331 trabajadores.
Estos nuevos ERE no son los únicos que se han registrado en el sector azulejero desde que empezase la crisis energética, de hecho desde julio de 2022 a diciembre se presentaron otros 8 expedientes que supusieron un total de 431 despidos. La situación en términos de empleo todavía es más dramática si se tiene en cuenta la pérdida de afiliados de julio a diciembre del 2022 del sector de fabricación de baldosas (concentrado en un 90% en la provincia de Castellón). En concreto, el sector del azulejo ha perdido 1.016 cotizantes en el último semestre de 2022. Una cifra que los sindicatos prevén que siga en aumento si no se toman medidas contundentes que salven al sector.
Los nuevos expedientes corresponderían a los presentados por Victoria PLC para 198 de sus empleados de las tres plantas pero que se encuentra todavía en negociación. También se registra el ERE de Baldocer, que cerró con acuerdo la pasada semana y supondrá 71 despidos de los 72 planteados inicialmente por la empresa. Otro de los ERE cerrado recientemente con acuerdo corresponde al de Grupo Lamosa para la planta de Cerámicas Belcaire y que supondrá el despido de 46 trabajadores. Además de los ya mencionados, la ondense Azulejo Español también ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo para 16 de sus empleados.
A estos ERE registrados en enero de 2023 hay que sumar los presentados el año pasado por Grupo Halcón, que supuso 94 despidos tras la negociación; el ERE para toda su plantilla por la extinción de Todagres; el expediente ejecutado en Azulejera Alcorense que se tradujo en 23 despidos o los ejecutados por las extintas Eneacer y Struker, entre otros.
Además de los despidos, los paros temporales siguen sacudiendo al sector, que en enero presentó 3 nuevos expedientes que afectan a 65 trabajadores más. Cabe recordar que en el segundo semestre de 2022 se presentaron hasta 97 ERTE que afectaban a 11.687 trabajadores del sector. Aunque es complicado cuantificar cuantos de los ERTE presentados siguen en vigor, lo cierto es que la mayoría de las empresas han optado por revalidar este mecanismo.
Más allá de la destrucción de empleo, otro de los indicadores que pone sobre el papel la preocupante situación del azulejo es el Índice de Producción Industrial, que en diciembre se . Y es que según los datos publicados por el Portal Estadístic de la Generalitat Valenciana, la producción de baldosas cerámicas cerró 2022 con un descenso del 15%, cumpliendo las previsiones de la patronal Ascer. Además, si se compara con el mismo mes del año anterior, en diciembre de 2022 la producción se redujo más de un 25%. Cabe recordar que el sector lleva acumulando nueve meses consecutivos de caída de la producción, provocada en primer lugar por los altos precios del gas y que se ha mantenido por la crisis de demanda.
Con todo, la industria azulejera sigue insistiendo en la necesidad de que lleguen las ayudas prometidas por el Gobierno para poder revertir la situación. Tanto sindicatos, patronales como las administraciones locales han reclamado al Ejecutivo celeridad en la tramitación de unas ayudas que supondrían una tabla de salvación para el sector pero que de momento, siguen sin fecha.