CASTELLÓ. La concesión administrativa para que el CD Castellón tenga la cesión de Castalia durante 50 años contempla numerosas derechos, obligaciones y garantías. Algunas de las cláusulas del pliego afectan al Ayuntamiento y otras atañen al club. Es el caso, por ejemplo, del pago de un canon anual por el estadio en función de la categoría en la que juegue el primer equipo albinegro.
La contribución establece un porcentaje sobre los ingresos por taquillas, abonos y publicidad. En concreto, se parte de un 4% que crece o disminuye de manera progresiva de acuerdo con la situación deportiva. El convenio, como coloquialmente se le conoce, plantea tres escenarios distintos, en los que se recoge un tope máximo respecto a la aportación que la entidad que preside Haralabos Voulgaris debe asumir y desembolsar.
En el caso de militar en Segunda División (LaLiga Hypermotion), lo que sucederá la próxima temporada, el tope se fija en 150.000 euros. Esa cantidad se duplica en el supuesto de ascender y jugar en Primera División (LaLiga EA Sports) al dispararse hasta los 300.000 euros. Por el contrario, decrece de manera notable ante un hipotético descenso a la Primera RFEF (50.000 euros).
La singularidad del canon estriba en que el importe anual aportado por el Castellón siempre revierte en mejoras de Castalia. Aunque el Ayuntamiento obliga a pagar esa tasa por el uso del campo, el dinero redunda en las condiciones del propio estadio.
A pesar de que este martes la alcaldesa, Begoña Carrasco, y el custodio del club orellut firmaron el documento de préstamo, todavía habrá que esperar unas semanas para que entre en vigor. Este jueves se aprobará por Junta de Gobierno Local, lo que posibilitará abrir un proceso de exposición pública, que durará entre 10 y 12 días. De no formularse alegaciones, la validación definitiva se producirá en la siguiente reunión ordinaria del gobierno municipal, salvo que se convoque una extraordinaria para abordar el tema.
Con independencia de estos plazos, lo que sí está previsto es que las actuaciones más importantes en Castalia que dependen del Ayuntamiento arranquen en menos de 20 días. Se trata de las obras del drenaje del césped (651.000 euros) y las mejoras de seguridad de Preferencia y el arreglo de las goteras de la cubierta de Tribuna (600.000 euros). Unas actuaciones que suman algo más de 1,2 millones de euros. Esta cantidad forma parte de la partida denominada 'Adecuación de instalaciones deportivas' de 1.750.000 euros recogida dentro la modificación de créditos de 15,2 millones de euros.
Ese dinero, al igual que los otros 13,45 millones, estará activado este mismo jueves con la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Esto significa que el consistorio podrá disponer de la suma para realizar los trabajos. Ante la urgencia por acabar antes del inicio de la Liga (a mediados de agosto), el ejecutivo local tiene una estrategia definida y que permite llegar a tiempo.
La idea radica en servirse de empresas que actualmente tienen contratos en vigor con el Ayuntamiento para modificarlos e incluir esas actuaciones del estadio mediante suplementos de crédito. Por poner un ejemplo, para realizar el drenaje del césped será necesario utilizar una firma especializada en jardinería. En estos momentos, cuatro compañías o Uniones Temporales de Empresas (UTE) se ocupan del mantenimiento de los parques y jardines de la ciudad. Un megacontrato de casi 40 millones, que está dividido en cuatro lotes. Cualquiera de esas adjudicatarias podría ocuparse de adaptar el terreno de juego a las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Esta fórmula de usar contratas acorta de manera ostensible los plazos administrativos y de ejecución, por lo que el objetivo de que Castalia esté en condiciones para el comienzo de la competición resulta factible. Otra cosa bien distinta sería que el consistorio tuviera que licitar las obras. A pesar del procedimiento de urgencia, nunca comenzarían a principios de junio, como es la intención, por los tiempos de la ley de contratos públicos.
De hecho, tras el partido contra el Deportivo el 2 de junio, el mismo lunes 3 ya entrarán algunas máquinas al campo. No está muy claro si los trabajos se focalizarán en el césped o en otras zonas, pero los habrá, según confirman fuentes consultadas. El drenaje preocupa especialmente porque un imprevisto al levantar el terreno de juego afectaría al ajustado cronograma. De ahí que se considere prioritario actuar sobre el césped cuanto antes.