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El azulejo en la última década: concentra empresas sin variar plantillas y amplía su nivel productivo

28/06/2024 - 

CASTELLÓ.  El azulejo de Castellón afronta un 2024 de incertidumbre tras el paso de una doble crisis en los dos años anteriores: energética y de demanda. El sector ha vivido en la última década múltiples desafíos y cambios y que han comportado una evolución para adaptarse a los mismos.  La estadística de afiliación a la Seguridad Social pone de relieve que la industria cerámica ha registrado en este tiempo una concentración del tejido productivo, ha mantenido más o menos sus plantillas (han subido o bajado según el ciclo económico) y ha ampliado su capacidad de producción. 

Según este balance, en diciembre de 2014, el sector de fabricantes y baldosas albergaba en la  provincia 194 empresas y 11.679 personas. Al cierre de abril de 2024 contaba con 13.733 trabajadores y 121 firmas. Y ya al término de 2020, la cifra de fábricas había bajado a 143 y los empleados se situaban en 13.142. 

"No ha habido muchas desapariciones, sino que ha habido absorciones o compras con entrada de capital foráneo. También se han adquirido fábricas que han dejado de producir pero manteniéndose la marca", explica el presidente de la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC), Juan José Montoro, que indica que el aumento de la capacidad se ha debido a la inversión llevada a cabo en tecnología.

Otras fuentes empresariales subrayan que se ha producido una concentración con el objetivo de "ser más competitivos en los mercados internacionales". "Las pequeñas que quedan aguantan con un producto con un alto valor añadido, mientras las grandes venden tanto producto barato como premium", remarcan. 

Los datos de la Seguridad Social permiten realizar una radiografía evolutiva del sector durante los diferentes ciclos económicos.  En 2009 aún no había notado el estallido del boom inmobiliario -que se desencadenó sobre todo en 2011- y el sector alcanzaba entonces un pico con 236 empresas y 14.343 trabajadores. En 2014 ya se percibió la onda expansiva de la crisis financiera en el aspecto laboral, ya que el azulejo había perdido en cinco años casi 3.000 trabajadores, es decir un 18 % del total, al bajar hasta las 11.679 personas.  Las compañías, por su parte, continuaron en descenso, hasta las 194. 

Postpandemia y crisis energética

Otro momento a tener en cuenta fue la pandemia y la paralización de la producción en los primeros meses de 2020, pero en ese contexto el sector se mantuvo fuerte gracias al apoyo de los ERTE y el cambio de tendencia de los consumidores hacia la rehabilitación. Así,  el personal se recuperó en diciembre de dicho año hasta las 13.142. Asimismo, en diciembre de 2022 aún creció más, con 14.633 empleados. Por su parte, el número de empresas seguía a la baja; en 2022 se reducía a 128.

Luego, a finales de 2023 impactaron los daños por la crisis energética y la falta de demanda en los mercados internacionales,  con un sector con 123 empresas y 13.311 puestos de trabajo. 

Esta disminución de empresas ha tenido lugar mientras los niveles de producción se dispararon un 45 % de 2012 a 2021, de 404 millones de metros cuadrados en 2012 a 587 en 2021; así como un 83 % la facturación ,  de 2.647 millones a 4.855, a través de la mejora en las exportaciones, que representan cerca de un 70 % del total según un informe de la patronal Ascer

En 2022, la producción sufrió una caída de un 15 %,  situándose en los 500 millones, pero la facturación aumento un 17 %, hasta los 5.700 millones, por el ascenso de precios como consecuencia del alza de los costes energéticos. 

Crisis en 2023

El sector azulejero tocó fondo en 2023. La facturación fue de 4.864 millones de euros, un 14,3% menos que en 2022, mientras la producción bajó un 21,2%, hasta los 394 millones de metros cuadrados, según el balance de Ascer en Cevisama.

En 2024, las estadísticas de Seguridad Social y del Índice de Producción Industrial exponen una cierta reactivación del sector, al haber recuperado cerca de 500 empleos en cuatro meses, alcanzando los 13.733.  Asimismo, un estudio de Deloitte  augura en este ejercicio una mejora del 13,9% de su cifra de negocio. No obstante, desde Ascer consideran que es pronto para aventurar una recuperación. La patronal ya apuntó en Cevisama que este año se ralentizaría la caída y que en 2025 podría volver el crecimiento. 

Retos: reforzar el clúster

El azulejo tiene ante sí importantes retos. Para los técnicos cerámicos, el azulejo debe reforzar su ecosistema de clúster y seguir avanzando en tecnología, calidad e internacionalización.

Otros desafíos pasan por continuar bajando su factura energética, y su adaptación a la transición verde y al contexto internacional. Ascer reclama a Europa flexibilidad en los plazos para cumplir con la descarbonización porque el sector aún no cuenta con la tecnología suficiente. También reclama más medidas proteccionistas ante las importaciones de terceros países para garantizar una competencia justa. 

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