El sindicato médico da por rotas las negociaciones tras el silencio de Sanidad: "Nos han engañado"

CASTELLÓ. El pulso entre la Conselleria de Sanidad y el Sindicato Médico CESM-CV continúa y las negociaciones para frenar la huelga a la que están llamados 5.000 médicos de toda la Comunitat Valenciana han caído en punto muerto. A cinco días de la primera jornada de huelga -convocada por los médicos valencianos para el 6 de marzo, 3 de abril y 1 de mayo-, el sindicato ha ratificado su intención de acudir a la huelga del próximo lunes al no recibir respuesta alguna por parte de la Conselleria de Sanidad en las últimas dos semanas ni ser emplazados a una nueva reunión para continuar con las negociaciones. 

Y es que, tal y como explican fuentes sindicales a este diario, el CESM-CV lleva 15 días esperando la respuesta de Sanidad a su última contraoferta. Cabe recordar que la sexta y última reunión hasta el momento entre el sindicato y la Conselleria de Sanidad se celebró el pasado 8 de febrero y, tras esta reunión, el departamento que dirige Miguel Mínguez envió una última propuesta a los médicos. Éstos la consideraron "inaceptable" y en las siguientes 24 horas remitieron a Conselleria una contra propuesta, de la que, a día de hoy siguen sin recibir respuesta. 

Esto ha dado a entender al sindicato médico que las negociaciones están rotas y consideran que debe ser la Conselleria de Sanidad quien debe dar ahora el paso para retomar el diálogo y equiparar su oferta a la del resto de comunidades autónomas para que el conflicto finalice. Según apuntan fuentes sindicales a este diario, los médicos valencianos se sienten "engañados" por parte de Sanidad ya que, a pesar de la voluntad de dialogar del conseller y las múltiples reuniones, la Conselleria no les ha ofrecido ningún acuerdo aceptable, tan solo documentos "llenos de vaguedades".

"Negociaciones infructuosas"

En un comunicado emitido este martes, el CESM-CV tilda de "infructuosas" las negociaciones que se han venido manteniendo en estos últimos dos meses con la Conselleria de Sanidad, a pesar de que el propio conseller se ofreció a negociar directamente con los representantes sindicales. Y es que este hecho arrojó algo de luz en las negociaciones pues desde el sindicato médico entendieron que, al ser el propio conseller médico, empatizaría con los profesionales sanitarios y se atenderían sus reivindicaciones.

En dicho comunicado, desde el CESM recuerdan que en las reuniones posteriores se plantearon reivindicaciones que consideran "básicas", como limitar el número de pacientes para atender por un médico en su consulta; que ningún médico se viera obligado a estar la mitad del mes de guardia localizada o la obligatoriedad de realizar más de tres guardias presenciales ante la insuficiencia de personal sanitario. Del mismo modo, el sindicato considera "un insulto" que se les ofrezca un incremento de un euro y medio la hora de guardia cuando en el resto de España se han aprobado incrementos retributivos mucho mayores, entre otras cuestiones.

En palabras del presidente del Sindicato Médico, Alejandro Calvente, los médicos valencianos se sienten "muy decepcionados" con el conseller Miguel Mínguez ya que, después de tanto tiempo negociando, albergaban esperanzas de poder llegar a un acuerdo fructífero para ambas partes. "No nos citan, no nos cogen el teléfono... tienen una capacidad negociadora mínima y en el resto de comunidades autónomas ya han llegado a acuerdos, nosotros vamos a ser los peores parados de todo el territorio nacional", explica Calvente.

Por su parte y ante este comunicado del CESM, la Conselleria de Sanidad ha asegurado que mantiene su disposición a negociar, ya que consideran que "es la postura más responsable y útil para la ciudadanía en estos momentos". Asimismo, señalan que se han realizado "avances muy relevantes durante el proceso negociador al haberse cerrado acuerdos de peso que se han pactado en otras comunidades autónomas". Sin embargo, y pese a afirmar ambas partes mediante sendos comunicados su voluntad de dialogar, las negociaciones han caído en punto muerto a escasos cinco días del inicio de la huelga.