Una firma francesa y otra china impulsan en la provincia una planta solar del tamaño de Vila-real
Una firma francesa y otra china impulsan en la provincia una planta solar del tamaño de Vila-real
CASTELLÓ (EFE). Alrededor de 80 empresarios del interior castellonense se han unido contra el megaparque solar Magda, que una compañía china y otra francesa promueven en les Coves de Vinromà, Benlloc y Cabanes. En solo una semana -la primera reunión virtual fue el martes-, y ante lo avanzado de la tramitación del parque, que lleva aparejado una línea de muy alta tensión (MAT) desde les Coves de Vinromà hasta Almassora, los empresarios rurales han conseguido sumar decenas de adhesiones, señala uno de sus integrantes, Nicolás Barrera.
Todos forman parte de los sectores gastronómico, turístico y agrario y, aunque se trata de firmas de un tamaño modesto, la percepción que tienen es que pueden lograr la paralización del proyecto: "Es tan evidente lo que pedimos que lo vemos muy claro", destaca el propietario de Pou de Beca. "Hace muchos años que estamos fomentando, también desde las instituciones, el turismo de calidad y con esto nos cargaríamos el paisaje; es una cuestión de vida o muerte para la economía rural", argumenta.
Por todo ello, individualmente presentarán estos días alegaciones al proyecto del parque solar y a la MAT, que sumaría una nueva cicatriz al territorio a lo largo de 53 kilómetros. Asimismo, han pedido a los consistorios de los 19 municipios en que están radicados que tramiten moratorias para paralizar las macroinstalaciones energéticas previstas. Todo esto lo han difundido en una carta pública en la que critican una planta de casi 5 millones de metros cuadrados y que afecta "al paisaje natural, la biodiversidad y el modelo socioeconómico".
Una firma francesa y otra china impulsan en la provincia una planta solar del tamaño de Vila-real
Para lograr la mayor adhesión posible, la próxima semana tienen previsto reunirse con diferentes diputados provinciales, como los de Industria y Turismo, así como con el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. "Las instituciones llevan años intentando transformar el sector productivo rural en turístico y ahora que lo han conseguido, quieren cargarse el paisaje y dejarnos en la estacada", asegura Ana, de la Taberna Pikapote, en Alcossebre. En este sentido, Chema Rabasa, de la firma de turismo rural Itineratur, remarca que "a los turistas británicos, franceses y europeos que tanto nos ha costado convencer para que viniesen a este desconocido rincón del mundo no les gustará que se destroce el territorio... y no volverán".
Entre las empresas, ubicadas en las comarcas de l'Alcalatén, el Maestrat y la Plana Alta, se enmarcan varias bodegas vinícolas de la zona, firmas de turismo rural, restaurantes o agroindustrias de pequeño tamaño. A Roger Díaz, profesor y viticultor del Celler Les Foes, en les Coves de Vinromà, le pasa la línea eléctrica por encima de las viñas: "Utilizan la excusa del bien común para legitimar un proyecto que solo sigue su propio interés, espero que la Diputación haga algo para paralizar este despropósito".
Por ello, en su carta, los firmantes piden que se busquen "localizaciones menos dolosas para estas instalaciones y que se priorice la salud de los vecinos y del entorno". Y es que los empresarios destacan que los objetivos del proyecto -centrados en promocionar las energías renovables, mejorar la competitividad de las zonas rurales o generar puestos de trabajo- "no se han fijado teniendo en cuenta la opinión del sector" rural castellonense, "que tanto está luchando por conseguir una estabilidad a través de un sistema agroalimentario, gastronómico y turístico de calidad", recoge la misiva.
Además de las 65 empresas que han firmado el manifiesto, se verán afectadas muchas más a nivel medioambiental y paisajístico; y a la larga también económico, pues el entorno, más que rural y natural, "será de placas y de dudoso valor turístico", remarca la carta. Y prevén seguir sumando adhesiones. En la tarde de este viernes se llevó a cabo una reunión informativa en Vall d'Alba, y el movimiento sigue cogiendo fuerza. A ello se suman las asociaciones vecinales que se vienen formando, como en les Coves de Vinromà. Y hay consistorios, como Vall d'Alba, Moró o Benlloc, que ya han anunciado que alegarán al proyecto. "Tenemos claro que queremos seguir viviendo aquí... y vamos a luchar para ello", concluye Barrera.