CASTELLÓ. El Gobierno empieza, por fin, a pagar las ayudas, que tanto ha esperado el sector azulejero, a las industrias gasintensivas en respuesta a la guerra en Ucrania. Según confirma el secretario general de la patronal Ascer, Alberto Echavarria, al menos 27 compañías cerámicas han recibido la aportación estatal desde que el pasado viernes el Ejecutivo central activase la transferencia de los fondos.
Pero esta buena noticia llega acompañada de otra que no lo es tanto. En la asociación empresarial han sido informados de que siete fabricantes castellonenses de revestimiento han visto denegada esta ayuda, con lo que a partir de ahora deberán presentar alegaciones para tratar de ver reconocida esta aportación.
Y la cifra puede ir a más. No en vano, desde el Gobierno transmitieron el pasado viernes a Echevarria que dentro del código CNAE que agrupa la actividad azulejera (el 2331) hay 158 expedientes que han sido aprobados. Buena parte de ellos pueden corresponder a empresas asociadas a Ascer (actualmente hay 103 socios, pero algunos de ellos, sobre todo los más grandes, cuentan con varias empresas que pueden solicitar las ayudas) pero también los habrá de otras actividades relacionadas, como la cerámica artesanal.
De momento, de aquellos 158 expedientes, el Gobierno confirmó el pasado viernes haber dado el visto bueno para el pago al 25%, lo que corresponde a unas 40 compañías. Y en Ascer esperan que en los próximos días se activen nuevas transferencias. No en vano, el plazo para materializarlas acabó, en teoría, el pasado 3 de junio, pero no fue hasta el día 10 cuando el Gobierno comenzó a pagar.
De ahí que Echavarria lamente el diferente punto de vista sobre la "urgencia" de la medida: "El sentido de urgencia no es el mismo para todo el mundo; desde abril hemos vivido un impasse de dos meses en que muchas empresas han hecho malabares para aguantar porque habían comprometido ese dinero que se nos dijo que íbamos a cobrar ya".
Además, el secretario general de Ascer critica que la aportación se limite a 400.000 euros (5.000 por empleado, con un máximo de 80), con lo que la ayuda, para las grandes compañías, no lo es tanto. "Quizá sea un alivio para las empresas pequeñas, pero a las grandes no les va a cambiar nada", señala. En este sentido, lamenta que el Gobierno no haya ampliado la subvención hasta los 50 millones por empresa que la Unión Europea autorizó dentro del marco temporal de ayudas de Estado para paliar la afección de la guerra en Ucrania.
De hecho, solo los 158 expedientes aprobados en el CNAE del sector azulejero (hay otros cuatro incluidos en esta línea de ayudas) consumirían, en el caso de llegar al tope de 400.000 euros (y muchos lo harán) 63 millones de euros, más de la mitad de los 125 con que el Gobierno ha dotado a esta línea.
Además, fuera de ella se quedaron otras industrias gasintensivas, como las esmalteras castellonenses, para las que ahora la Unión Europea acaba de autorizar al Consell la dotación de 50 millones con los que contrarrestar la afección del conflicto bélico.