Helio Piñón le da una vuelta la ciudad: ideas para llenar de "vida" el espacio público

CASTELLÓ. Nunca ha querido Helio Piñón que su trabajo se confunda con un ataque de nostalgia ni, menos, de melancolía. Lo que el arquitecto quiere con su trabajo es proponer una nueva manera de entender la ciudad. Una visión, la suya, donde no importan tanto los edificios que habitan en el espacio urbano, como la vida que se pueda generar a su alrededor. Lleva, en este sentido, un largo tiempo el profesional creando proyectos imaginarios en los que recrea, por ejemplo, las inmediaciones de un metro o de un centro sanitario. Ideas que, posiblemente, nunca lleguen a hacerse realidad, pero que muestran las infinitas posibilidades que tienen las ciudades y que, sin embargo, no se están planteando.

Helio Piñón decidió abandonar hace un tiempo la profesión para dedicarse plenamente a la enseñanza. El "abandono" de los criterios arquitectónicos a finales de los setenta y la eclosión de la promoción inmobiliaria propiciaron "el éxito de una ciudad difusa y sin forma", en la que era más importante construir por construir que crear un lugar habitable y coherente.

Esta tendencia explotó, además, en la segunda mitad de los noventa cuando la demanda inmobiliaria fue cada vez a más en España. "La codicia cicatera de los promotores privados y la desorientación irresponsable de los públicos, convirtieron la profesión en una actividad basada en la gestión administrativa de unos pocos", advertía el castellonense hace más de una década. Motivo por el que, individualmente, decidió salirse del circuito. "Lo que he querido es aprovechar la libertad de no tener un cliente para recuperar la sensatez en los programas de arquitectura". Así, lleva cuarenta y cinco años, ni más ni menos, como docente para desarrollar y explicar ideas que de otra forma no podría.

El ondense expondrá el viernes en la Sala San Miguel de Castelló, y más adelante, en la Casa de la Cultura de Onda, algunos de estos trabajos con los que ha creado infinidad de fragmentos de una ciudad cualquiera. La vida en la ciudad moderna quiere cambiar nuestra manera de apreciar el espacio. No habría que entenderlo como "un bloque de cemento", sino como un espacio pensado siempre para convivir. La muestra está organizada en colaboración con el Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón, la Diputación y la Universitat Jaume I.

Para representar todas las ideas que le rondan por la cabeza Piñón no hace servir tampoco un plano. El arquitecto utiliza programas de modelado virtual 3D o incluso herramientas como la de Google Earth para observar las posibilidades de las ciudades desde el aire y actuar sobre estas. Es por ello que el material que muestra es esencialmente visual, sin ningún otro soporte que utilizar. "En cada proyecto he centrado la atención en aquello que me parece más relevante para su arquitectura. La inexistencia de planos responde al hecho de que todos los proyectos han sido, además, construidos con programas tridimensionales", incide el profesional, quien recalca que "no ha sido un afán de realismo" lo que le ha motivado a plantear proyectos de este tipo, sino "el profundizar en la construcción visual de la realidad". 

Ejemplo de proyectos que ha planteado Helio Piñón

'Biblioteca', 2017: "Cuando se aborda el proyecto de una biblioteca es difícil evitar la memoria de la que Arne Jacobsen proyectó y construyó en Rodovre (1961-69). En mi caso, intenté que los patios asumieran un cometido estructurante, más allá de su condición de “lámparas” naturales de un espacio cerrado al exterior. Eso me llevó a usar solo dos patios idénticos, desprovistos de cualquier jerarquía entre ellos, que, a la vez que definen la sala de actos, sirven al resto de áreas del edificio."

'Pasarela sobre autopista', 2008: "Se trató simplemente de entender la pasarela como un elemento que relaciona dos espacios públicos, dotados de actividad. La vía comunica dos áreas públicas, más allá de salvar la barrera de la vía rápida."

'Plaza de la estación', 2020: "El espacio que precede al acceso desde la ciudad -el primero, a la llegada- suele ser de una amplitud a la que la ordenación no suele responder, ni espacial, ni funcionalmente. En cambio, propicia unas actividades que podrían sugerir aspectos básicos del proyecto. [...] Mercadillos eventuales, exposiciones y otras manifestaciones feriales darán sentido a un área cubierta que toma el relevo."