CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló sigue avanzando con la ampliación de la peatonalización del centro, una supermanza de 745.000 metros cuadrados. La licitación del servicio de arquitectura e ingeniería de la denominada Zona de Bajas Emisiones (ZBE) o Modal 1 despeja el camino para asegurar el inicio de las obras en 2023. El contrato no solo fija la ejecución a partir del próximo curso, sino que además contempla una cobertura de hasta cinco años. Esa duración de un lustro está relacionada con el periodo de garantía, que abarca tres ejercicios al objeto de realizar un seguimiento de la medida y subsanar aquellos errores que surjan de su puesta en funcionamiento.
El expediente, con un presupuesto de 170.476,9 euros (impuestos incluidos), comprende asumir la dirección técnica facultativa de las obras y de los proyectos modificados, así como la coordinación de la seguridad y salud y la asistencia técnica respecto de cualquier trámite exigible por la administración. Asimismo, figura como objetivo el seguimiento de la intervención conforme a los materiales y calidades establecidos en la ZBE.
Esto significa que la ejecución de la prestación está sujeta tanto a los trabajos de implantación de la Modal 1 como al citado periodo de garantía. En efecto, se establecen dos fases. La primera incluye la realización del servicio desde el inicio del contrato hasta la recepción de la obra. La segunda se alarga hasta la liquidación, esto es, hasta 2028.
Entrando más al detalle sobre los cometidos de la contratista, debe realizar memorias de control e informe sobre la conveniencia y motivación de introducir cambios en el proyecto, entre otros. También cabe mencionar las inspecciones periódicas para verificar el programa de los trabajos y el análisis de soluciones frente a incidentes que permitan el normal desarrollo de la Zona de Bajas Emisiones.
En paralelo a esta licitación, el Ayuntamiento prevé aprobar este miércoles la adjudicación del estudio de movilidad. Como publicó Castellón Plaza, Kapsch TrafficCom logra el contrato al rebajar un 12,5% el presupuesto base. La reducción alcanza los 252.000 euros, de manera que la cuantía final se establece en 1.764.000 euros. La multinacional austríaca ya se encargó en 2019 de instalar las 24 videocámaras en el casco antiguo para eliminar los bolardos. La activación del sistema de lectura de las matrículas generó cierta polémica.
La adecuación de la supermanzana representa una inversión de alrededor de 10,5 millones de euros, de los que 7,8 millones proceden de los fondos europeos Next Generation. La peatonalización muestra soluciones a la carta en función de las características de cada vía. En total, se concretas seis secciones generales y una especial correspondiente a la calle San Vicente.
El expediente de la ZBE se estructura en dos etapas. En la primera se proyectan cambios en cuatro áreas definidas. La zona principal, que incluye el eje Clavé, comprende vías como Asensi, Herrero, Navarra, San Vicente, San Luis, Conde Pestagua o San Félix. La zona 1 va desde Obispo Caperó, pasando por 9 de Marzo, Santa Bárbara o Sagrada Familia, hasta Arquitecto Maristany y San Miguel. La zona 4 obedecde a Luis Vives y Temprano, mientras que la 6 se limita a la calle Moyano. La segunda fase afecta a los siguientes puntos: la zona 2 (Pintor Castell, Villarroig, Calvario, Dolores, Pedro Aliaga, Germanías, Infante Don Pedro y Rosell); la zona 3 (Arquitecto Traver, Amadeo I, Echegaray, Trullols, Vivancos, y enlace Huertos Sogueros); y el resto de la zona 6 (Fola, Sagasta y Pelayo del Castillo).