CASTELLÓ. La fabricación de azulejos y baldosas cayó casi un 10% en la Comunitat Valenciana en el mes de marzo, cuando la economía ya comenzaba a notar los primeros síntomas de la pandemia de coronavirus pero todavía no se había producido el paro obligatorio en las factorías. Concretamente, en el tercer mes del año, el índice de producción industrial de la principal industria castellonense se redujo un 9,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según las cifras que ha ofrecido el Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana.
El descenso respecto a febrero fue más moderado, de 3,5 puntos porcentuales (que no del 3,5%, sino algo menos) al quedar en un índice de 111,3. Pero lo más grave de la cifra es que rompe la tendencia que venía registrando la producción cerámica en los últimos meses. Y es que, aunque en enero había caído ligeramente, el alza de febrero, del 6,1% respecto al año anterior, se sumaba a las buenas sensaciones con que el sector azulejero cerró 2019 en sus factorías, con un alza del 11% en diciembre, que amortiguó el descenso de 2019 hasta el 3,8%, por debajo de las previsiones del sector.
Ahora, la caída de marzo ha llevado a cifras negativas la tasa acumulada del año, que en el primer trimestre desciende un 1,9% respecto al mismo periodo de 2019. Y a ello habrá que sumar el cese forzoso de la actividad decretado por el Gobierno para los diez primeros días de abril y del que posteriormente cada compañía ha salido de forma diferente. Y es que, aunque las hay que están trabajando a pleno rendimiento, como es el caso de algunos de los principales productores, lo habitual es que la fabricación de azulejos y baldosas esté en alrededor de un tercio de lo habitual. En un principio la patronal Ascer cifró la actividad en un 25% y pocos días después los técnicos cerámicos elevaron el porcentaje al 35%.
En cuanto a uno de sus sectores hermanos, la producción de fritas, esmaltes y colorificios cerámicos, la caída todavía ha sido más acusada. Concretamente, en el tercer mes de este año las esmalteras redujeron su actividad en un cuarto respecto al mismo periodo del año anterior (un 25,2%, concretamente). Esto ha agravado la tendencia que ya se venía observando desde principios de año y la caída acumulada en el primer trimestre es del 21,4%.
De esta manera, los fabricantes de fritas ya venían sufriendo una caída de su actividad importante este año, que se ha visto agravada con la pandemia sanitaria (que ya en marzo redujo la cifra de clientes foráneos, como Italia, con la producción paralizada) y que se agravará en las próximas estadísticas, tal y como ya ha anunciado la patronal Anffecc.