CASTELLÓ. Casi un mes después de aprobar el Gobierno el real decreto que regula las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en los municipios de España de más de 50.000 habitantes, las dudas siguen desconcertando a muchos automovilistas en Castelló. Así lo constata la Concejalía de Movilidad, cuyo titular, Jorge Ribes, admite que la confusión llega a tal punto que circulan bulos sobre la imposición de multas por acceder a la supermanzana peatonal sin la etiqueta distintiva en el vehículo.
Lo primero que deben saber los conductores es que la ZBE no está activa en la capital de la Plana. A pesar de que se trata de una de las ciudades que tiene los deberes más avanzados en esta materia, la realidad es que todavía faltan varios años para que entre en vigor. De hecho, la previsión apunta, en el mejor de los casos, a partir del 1 de enero de 2025.
Esa fecha no es aleatoria, sino que responde a una serie de cuestiones relacionadas con el proceso de implantación de la Zona de Bajas Emisiones. En el caso de Castelló, la también denominada almendra abarca una superficie de 745.000 metros cuadrados. Partiendo desde el centro y extendiéndose como si se tratase de una mancha de aceite, sus límites los establecen las vías Cerdán de Tallada, San Roque y Sanahuja, avenidas Gobernador y Casalduch, calles Lepanto y Orfebre Santa Línea y las rondas Mijares y Magdalena.
Al tratarse de una superficie considerable, el Ayuntamiento desarrolla el proyecto en dos fases. La primera está adjudicada y el inicio de las obras se prevé para los próximos meses con una inversión de más de 9,5 millones de euros si se suma la redacción del estudio de movilidad. La segunda, presupuestada en 2,3 millones, ni siquiera se ha licitado. Todavía se está a la espera de obtener los fondos europeos vía Next Generation.
En este punto, Ribes subraya que "hasta que las dos fases no estén acabadas, no vamos a poner en marcha la Zona de Bajas Emisiones. Nos parece ilógico que, por ejemplo, en la calle Navarra se apliquen restricciones y en la calle paralela no, por ser de otra fase. Cuando esté todo finalizado, entonces se activará", precisa.
En vista de los plazos, y ante la posibilidad de que el Gobierno apruebe un nuevo real decreto para ofrecer una moratoria hasta el 31 de diciembre de 2024 (por el retraso de la inmensa mayoría de las grandes ciudades), Castelló no se plantea implantar la supermanzana a medio plazo.
Esto significa que cualquier castellonense puede circular sin problemas por la calle San Félix, la avenida Rey don Jaime o la ronda Magdalena. Dicho de otra manera, "no hace falta que el coche lleve una etiqueta específica (B o C) o que sea eléctrico o Eco", precisa el concejal de Movilidad. La falsa creencia de que resulta imperativo llevar visible en el vehículo alguno de esos sellos (o simplemente tenerlo) para atravesar el casco antiguo, lo único que ha hecho es "incrementar desde principios de año la venta de distintivos", según asegura el edil, a instancias de los datos facilitados al consistorio por la Dirección General de Tráfico (DGT).
Las únicas restricciones corresponden a las videocámaras del centro, que están en funcionamiento desde enero de 2022, sin que sea obligatorio lucir la etiqueta en el turismo. Para acceder a la calle Enmedio o Mayor, solo es posible hacerlo previa solicitud (a través de la web Castelló Conviu) o si se dispone de un permiso permanente como residente o comerciante de alguna de las vías afectadas. Ya no existe ninguna otra zona con limitaciones en el término municipal.