CASTELLÓ. Los 190 trabajadores de Marie Claire incluidos en el expediente de regulación de empleo que debe servir para que la histórica textil castellonense alcance la viabilidad ya han dicho adiós a la firma. Lo han hecho a través de la firma del finiquito, un requisito que cubrieron (algunos bajo la modalidad no conforme) el pasado jueves una vez se cumplió el plazo legal de 15 días desde la comunicación de la medida.
Con este paso, muchos de ellos, que hasta la finalización de junio estaban incluidos en el ERTE hasta entonces en vigor en la empresa, han dejado ya de pertenecer a ella, lo que sin duda es un golpe muy duro para Vilafranca y toda la comarca que rodea a la compañía. Otros, sin embargo, todavía forman parte de la empresa, ya que disfrutan ahora de las vacaciones que acumularon en la primera mitad del año y de las que todavía no habían hecho uso porque la empresa no les había comunicado que debían gastarlas en las dos semanas que han transcurrido desde la firma del ERE.
Queda así cerrado el futuro en la firma para estas 190 personas, algo que todavía está ligeramente abierto para otros 105 empleados: los 72 de Vilafranca y los 33 del resto de la geografía estatal que están incluidos en un ERTE a la espera de que llegue un inversor que permita reflotar la actividad, aunque sea mínimamente. Antes, la compañía declarará el concurso de acreedores, algo que debe realizar en las próximas semanas, mientras mantiene una pequeña actividad en la planta: media docena de personas trabajan para expedir los pedidos que todavía atiende y despachan en la pequeña tienda abierta al público.
Los trabajadores que han dejado la firma percibirán una indemnización de 23 días por año trabajado con un límite máximo de 13 mensualidades, tal y como quedó pactado. Esto se producirá una vez el Fondo de Garantía Salarial aporte la financiación para las indemnizaciones (en su caso 20 días y 12 mensualidades, mientras la empresa deberá cubrir el resto), pero para ello deberán pasar varios meses. Con el verano por delante, los representantes sindicales estiman que el cobro se producirá ya entrado el otoño.
Quienes han dejado la compañía buscan ahora empleo, e incluso hay quien ya lo ha encontrado, pero a pesar de esto la situación es complicada. De ahí que desde los ayuntamientos de la zona y los sindicatos hayan reclamado a la Administración un plan de reindustrialización para la comarca dels Ports, algo que también es más que difícil.