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"es una cuestión de responsabilidad y de dar ejemplo", aseguran desde la asociación

Los empresarios de las tascas de Castelló cierran desde este jueves por el coronavirus

12/03/2020 - 

CASTELLÓ. Los propietarios de las tascas de Castelló han decidido bajar este jueves la persiana de sus negocios durante varias semanas (incluso meses) a consecuencia de la crisis sanitaria por el coronavirus. La asociación se suma así al plan de contingencia del Ayuntamiento y a las medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad y la Conselleria para combatir la expansión de la pandemia.

"Hay que ser responsables desde ya. Sabemos que la decisión nos provocará pérdidas, pero tenemos que dar ejemplo. Estamos hablando de la salud de las personas y eso es más importante que nuestros negocios", afirman desde el colectivo. 

Habitualmente las tascas, en los días de mayor afluencia, concentran a más de 250 personas en las calles Barracas e Isaac Peral. En periodos de máximo apogeo la cifra se dispara. "Con tanta gente no podemos correr riesgos", sostienen desde la asociación. "Hay que actuar cuanto antes", precisan.

La duración de la medida estará sujeta a la evolución del virus, aunque los empresarios creen que la clausura de sus establecimientos se alargará más allá de unas semanas, habida cuenta las estimaciones del Gobierno, que marcan un horizonte de dos meses, y siempre en el mejor de los casos, respecto a la contención de Covid-19.

De hecho, la práctica totalidad de los hosteleros tienen locales en Benicàssim y tampoco prevén abrir en Semana Santa, como es norma habitual cada año. En consecuencia, el perjuicio económico todavía será mayor. También se verán afectados aquellos trabajadores con contratos a punto de expirar o de carácter discontinuo.

Punto emblemático

Las tascas es uno de los puntos de ocio más emblemáticos de la ciudad. A pesar de la reducción de establecimientos en los últimos años, las distintas generaciones se siguen dando cita cada semana. Además, suponen un reclamo turístico. Por esa singularidad, el Ayuntamiento trabaja desde principios de año con el objetivo de eliminar las restricciones de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) a medio plazo.

La nueva monitorización iniciada en febrero, con la instalación de siete estaciones de medición, marcará el futuro de los locales. La acreditación de una progresiva reducción del ruido podría facilitar la aprobación de espacio gastronómico antes del verano.

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