CASTELLÓ. La primera consecuencia del 'desacord', esto es, la suspensión de las negociaciones de los presupuestos, obligará a prorrogar las cuentas de 2019 durante los primeros meses de 2020 para impedir que el Ayuntamiento de Castelló sufra una paralización en cuanto a ejecución de proyectos se refiere. En realidad, tampoco es una práctica inusual en las entidades locales, si bien es cierto que el estancamiento actual, a consecuencia de la crisis de gobierno, conferirá a esa singularidad contable un mayor carácter de excepcionalidad.
Según la tramitación administrativa, los nuevos presupuestos se encaminan hacia abril, mes en que podrían entrar en vigor tras cumplirse los preceptivos 20 días desde la aprobación definitiva en sesión plenaria.
Considerando que las relaciones entre los tres integrantes del Acord de Fadrell están en un periodo de reflexión y que, presumiblemente, se encauzarán después de fiestas, la redacción del borrador de los capítulos de ingresos y gastos del próximo ejercicio culminará en enero.
A partir de ese momento, habrá que convocar un pleno para avalar los presupuestos. Una vez la corporación valide los mismos, entonces se abrirá un periodo para que tanto los partidos de la oposición como asociaciones vecinales puedan presentar enmiendas. Dichas alegaciones deberán ser estudiadas por el equipo de gobierno, que decidirá su incorporación total o parcial o bien su desestimación.
Independientemente de lo que resuelva el Fadrell respecto a las mentadas enmiendas, la justificación tendrá que ir acompañada de un informe técnico. Al menos, en algunos casos. Y eso retrasará todavía más la celebración de un segundo pleno, en el que de forma definitiva se someterá a votación las nuevas cuentas para su aceptación. Desde ese instante, contará el reseñado plazo de 20 días para la entrada en vigor.
Todo este proceso se prolongará durante varios meses, con el añadido de la celebración de las fiestas de la Magdalena, entre el 14 y 22 de marzo.
En 2018 el equipo de gobierno tuvo que prorrogar los presupuestos de 2017 al retrasar la aprobación hasta febrero. En el presente curso esa moratoria prácticamente resultó testimonial, ya que las cuentas se sometieron a votación en una sesión extraordinaria celebrada el 28 de enero.
Una de las particularidades de las distintas partidas de 2020 residirá en los presupuestos participativos, que incorporarán una nueva rama denominada 'Decidim barris'.
Según fuentes del equipo de gobierno, esta iniciativa permitirá dar solución a aspectos como el mantenimiento de los espacios existentes, la mejora de centros educativos y la seguridad ciudadana, dando respuesta a las incidencias recibidas mediante la Unidad de Reclamaciones e Incidencias.
La asignación económica para los presupuestos participativos ascenderá a 1,6 millones de euros, cantidad que se mantendrá respecto a 2019.