CASTELLÓ. Castalia se ha vestido de gala en el regreso a los entrenamientos del Castellón tras el parón de Navidad. La plantilla albinegra se ha ejercitado en el estadio municipal en una sesión muy especial, ya que ha contado con la presencia de más de 1500 seguidores en la jornada de puertas abiertas que ha organizado el club.
Los aficionados orelluts llenaron la grada de Tribuna Baja para acompañar al equipo en su vuelta al trabajo, con presencia de muchos niños que acudieron a ver a sus ídolos y a los que solicitaron autógrafos y fotografías a la conclusión de una sesión vespertina que duró cerca de una hora y media.
El entrenamiento no fue una mera toma de contacto con el césped tras nueve días de descanso. Fue una sesión de máxima intensidad en la que se empezó a preparar la vuelta a la competición, prevista para el 3 de enero con un partido de Liga frente al Atlético Sanluqueño.
Quienes no trabajaron al mismo ritmo que los demás fueron Josep Calavera y Salva Ruiz, que se ejercitaron al margen con un trabajo específico de recuperación. Ambos futbolistas salen de lesión y esperan retomar el mejor tono de cara a la semana que viene, tal como declaró Dick Schreuder en su última comparecencia ante los medios.
Otro de los tocados, Jeremy de León, trabajó con normalidad en la primera parte de la sesión y luego hizo carrera continua en solitario. Gervane Kastaneer, por su parte, entrenó con el grupo.
Antes de iniciarse la sesión de trabajo, el capitán del Castellón, Salva Ruiz, pronunció unas palabras de agradecimiento en nombre de la plantilla albinegra a la afición desplazada a Castalia, al tiempo que deseó para 2024 "que se cumpla el objetivo" del ascenso.
Una vez finalizado el entrenamiento, Gonzalo Crettaz y Josep Calavera respondieron las preguntas que les formularon los más pequeños.