CASTELLÓ. El grupo socialista de Amparo Marco empieza a definir su organigrama en el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló. Rafa Simó será el portavoz del Ejecutivo local, mientras que Omar Braina ocupará la portavocía del grupo socialista y José Luis López hará las funciones de portavoz adjunto, según ha podido saber Castellón Plaza. Además, la primera tenencia de alcaldía será para David Donate, el número dos de la candidatura socialista.
Tras el rediseño de las competencias acordado por PSPV, Compromís y Unides Podem-CSeM-EUPV, los socialistas han acaparado la primera línea del gobierno. La portavocía, que durante el pasado mandato estuvo en manos de la coalición valencianista, es una de las responsabilidades que ha quedado fuera de toda discusión. En esta legislatura será el PSPV el que se encargue de transmitir los mensajes del gobierno y lo hará en voz de Rafa Simó, hombre fuerte del Ejecutivo local que ha ocupado la cartera de Urbanismo y la portavocía del grupo socialista en el pasado mandato.
En esta última función tomará el relevo Omar Braina, integrante del núcleo duro del gobierno y hombre de confianza de Marco. No en vano, ha sido uno de los estrategas de la negociación del acuerdo suscrito con Compromís y la confluencia. La portavocía adjunta del grupo municipal la ostentará José Luis López, que gana peso institucional como uno de los miembros del Ejecutivo local mejor valorados.
Por otra parte, David Donate, el número dos de la candidatura socialista, cobrará protagonismo en este mandato como primer teniente de alcalde, un cargo que lo sitúa al lado de Marco en la presidencia del pleno.
En cuanto a las concejalías que asumirá el PSPV, de momento no se ha hecho público el reparto entre los diez ediles. Los socialistas mantendrán carteras que ya gestionaban, como Urbanismo, Bienestar Social o Seguridad Ciudadana, e incorporarán la de Deportes, que hasta ahora asumía Compromís.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara