CASTELLÓ. El sector azulejero ha vuelto a la actividad a menos de un cuarto de su capacidad productiva. Esta es la estimación de la patronal Ascer, que también comparten los sindicatos CCOO y UGT, en lo que debería haber sido la vuelta prácticamente total a la producción tras el periodo de confinamiento duro y las vacaciones de Semana Santa.
Y es que, aunque este martes era festivo local en l'Alcora -uno de los núcleos cerámicos más importantes del triángulo, con aproximadamente un tercio de las empresas- y eso evidentemente se ha dejado notar en el reinicio fabril, lo cierto es que son varias las fuentes del sector que señalan que en muchas empresas aún no han encendido los hornos y se está trabajando, fundamentalmente, en cargas y en pedidos. "El problema no somos nosotros, sino como está nuestro mercado de clientes", apuntan desde una compañía ubicada precisamente en l'Alcora. Desde Ascer también señalaron hace días ya en este sentido que la caída de la demanda global provocaría que la recuperación de la actividad previa al coronavirus no se vaya a alcanzar hasta dentro de varios meses.
De hecho, referentes del sector, como Porcelanosa o Keraben, no retomarán la producción hasta la próxima semana. Su postura convive con otras totalmente opuestas. Por ejemplo con Grupo Pamesa o STN, los dos mayores fabricantes españoles, que han reiniciado ya la actividad fabril a un ritmo elevado.
Esta diferencia de planteamientos viene marcada por la previsión cara a futuro. La presidenta de Cámara Castellón, Lola Guillamón, ha explicado este martes que los certificados de origen para la exportación, que tramita la institución, "han bajado muy poquito" durante el parón obligado. Así, tras cubrir buena parte de los pedidos pendientes en las últimas semanas (antes del confinamiento duro las empresas cerámicas dieron un acelerón para dar salida a producto de las factorías y han seguido trabajando, con matices, en los últimos 15 días), el sector azulejero está a la espera de la evolución de la demanda. En función de ello irá "ajustando la producción" en una etapa "larga y muy complicada", reiteran desde Ascer.
Esto marcará el resurgir de la economía castellonense del brusco descenso en el que se ha visto inmersa, tal y como ha apuntado el presidente del consejo provincial de la patronal autonómica CEV, Sebastián Pla.
En lo que respecta al sector de las fritas, esmaltes y colores cerámicos, desde la patronal Anffecc señalan que "prácticamente la totalidad" de las compañías "están ya trabajando con normalidad". En su caso la demanda de producto desde el extranjero es todavía importante, a excepción de las factorías italianas, paralizadas. De hecho, grandes grupos, como el de Esmalglass-Itaca están trabajando a buen ritmo, aunque a turnos y con parte de la plantilla de vacaciones, como sucede en Fritta.
Por su parte, la rama de la maquinaria cerámica ha vuelto a la actividad en su totalidad "gracias a que se trata de una industria que no suele trabajar en procesos continuos como sucede en otros ámbitos", señalan desde la patronal Asebec. Eso sí, esta rama industrial no ha podido evitar la aplicación de algunos ERTE y la reorganización de turnos. Fuentes de la asociación empresarial reconocen la incertidumbre que envuelve a las próximas semanas y meses debido a su dependencia de los fabricantes cerámicos. En este sentido, el presidente de Asebec, Juan Vicente Bono, comparte la inquietud instalada en las compañías azulejeras.
La reorganización de los turnos de trabajo viene provocada para proteger a los empleados y asegurar las medidas de seguridad, como las distancias pertinentes, en las diferentes actividades productivas. Entre los protocolos adoptados por la maquinaria cerámica también está el teletrabajo, al igual que en sus dos ramas hermanas del clúster.
En cuanto a la disponibilidad de equipos de protección individual, desde el sector azulejero critican que el Gobierno les haya trasladado esta responsabilidad cuando hace semanas que no hay material disponible. "Menos mal que lo compré hace tres semanas", apunta un empresario al respecto.
En este contexto, desde las empresas y patronales no cejan en su demanda de que las administraciones faciliten la llegada de liquidez a las compañías, algo clave "para evitar la destrucción del tejido productivo, empresarial y social", señalan desde Ascer y que permitiría abrir a su vez el grifo de los bancos. Desde Anffecc pretenden con ello "paliar los efectos de la recesión en la medida de lo posible". Y es que no son pocos los que, en la principal industria castellonense, empiezan a dar el año por perdido. Lo que está claro es que "en un mes, no vamos a estar al ritmo habitual", como apunta un empresario azulejero.