VILA-REAL. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado este viernes que la modificación que el equipo de gobierno tenía previsto acometer, por un importe de 806.000 euros para reestructurar y ajustar el presupuesto de este año, finalmente no se podrá llevar a cabo a raíz del informe desfavorable de Intervención, que le conmina a dar prioridad en este ejercicio a hacer frente a los pagos derivados de tres expedientes urbanísticos.
El alcalde ha reconocido, además, que no descarta tener que afrontar un nuevo préstamo - con el riesgo de elevar el endeudamiento municipal- y así poder ajustar este presupuesto. Para Benlloch, que admitió que se trataba de una "mala noticia" todo es consecuencia, una vez más, del "urbanismo heredado de los gobiernos del PP, la mala gestión, el despilfarro y los empastres de una etapa negra para la ciudad”, que vuelven a “impactar” en las cuentas municipales.
El alcalde compareció este viernes ante los medios a través de videoconferencia para explicar este nuevo varapalo económico para las arcas locales, derivado de la reactivación de los plazos administrativos y procesales que, "como ya preveíamos, traerían malas noticias". Así, la modificación de crédito que tenía previsto aprobar el equipo de gobierno en estos días para reestructurar y redefinir el presupuesto de 2020, "después del esfuerzo económico imprevisto que ha tenido que asumir el consistorio con motivo de la crisis por la covid-19, ha quedado de momento bloqueada por un informe del departamento de Intervención a causa de tres expedientes urbanísticos a los que debe hacer frente el Ayuntamiento durante este año", según se recoge en la nota municipal emitida tras terminar su comparecencia.
Benlloch ha detallado en su comparecencia que “nuestra idea era reajustar el presupuesto con 806.000 euros de remanentes del pasado año” para distribuirlos entre las diferentes concejalías y “garantizar que se puedan cubrir las necesidades hasta final de año”, después de “todos los imprevistos a los que hemos tenido que hacer frente en estos tres meses para dar respuesta a la crisis y cuyo coste, que estamos calculando al detalle, se acercará a los 1,5 millones de euros”, según ha avanzado.
Según ha explicado el alcalde, esta planificación se ha topado con tres expedientes urbanísticos “heredados” de la etapa del Partido Popular. Se trata de una cesión de terrenos para la apertura de una calle en la partida Madrigal, que se remonta a 2005; otro expediente por terrenos entre la avenida Francia y la calle Furs de València, que se remonta a 1995 y un tercero de 2002 por otro solar en el Camí Vell Castelló-Onda.
En total, los propietarios reclaman al Ayuntamiento 1.426.623 euros, mientras que la valoración del jurado de expropiación es de 756.490 euros y la valoración que realizan los técnicos municipales se sitúa en los 516.445 euros. “Aunque en los tres casos estamos litigando en los juzgados para defender nuestra valoración, la realidad es que los 516.445 euros, que es la valoración los técnicos municipales han aceptado, debemos pagarlos antes de destinarlo a otras cosas”, ha indicado el primer edil. En este sentido, el informe de Intervención advierte que, “a pesar de la crisis y de los gastos extraordinarios por la covid-19, no podemos comprometernos a realizar gasto futuro si no hemos pagado obligaciones que se deben del pasado”, según las palabras del alcalde recogidas en la nota de prensa.
El alcalde remarca -como así lo ha venido haciendo en cada tropiezo contable a causa de los contenciosos urbanísticos del pasado aún no resueltos- “que el Ayuntamiento de Vila-real está bloqueado por las ilegalidades, los empastres del PP y la nueva normalidad nos vuelve a poner en la dificultad de gestionar el pasado heredado, el presente y también el futuro, pero no renunciamos a seguir con nuestro modelo de ciudad, nuestra alianza con la sociedad civil, más ahora que esta crisis nos ha dejado un millar más de parados; no podemos parar las máquinas y vamos a trabajar para salir adelante”, ha subrayado Benlloch.
Finalmente, el máximo mandatario municipal ha avanzado que intentará negociar con los propietarios la posibilidad de pagar estas resoluciones urbanísticas en el presupuesto de 2021. No obstante, reconoce que no descarta un préstamo “después del esfuerzo que habíamos hecho de ajustar el presupuesto de este año para reducir el endeudamiento porque preveíamos que tendríamos nuevos empastres, a pesar de que ya llevamos 28,3 millones de euros pagados por el urbanismo y además nos quedan 10 millones de euros aún por abonar del préstamo del PP”.