CASTELLÓ. La adjudicataria de retirar la cruz y restituir el jardín de 1926, Vainsa Infraestructuras, prevé reanudar la actividad en el parque Ribalta este lunes, 13 de febrero, tras más de un mes de paralización. La mercantil por fin ha encontrado una subcontrata local y espera firmar este mismo viernes el nuevo contrato.
Ante la imposibilidad de cumplir las seis semanas que marca el proyecto, y en paralelo a la reactivación de la actuación, la compañía valenciana ya ha comunicado al Ayuntamiento de Castelló que solicitará en los próximos días una ampliación del plazo de ejecución. Esa petición se sustentará en la ley de Contratos del Sector Público. El artículo 195 capacita a cualquier concesionaria de una obra civil a acogerse a una moratoria, sin que implique sanción alguna, siempre que acredite que la demora se debe a "motivos no imputables" a la contratista.
En este caso, Vainsa probará mediante documentación que el retraso ha sido por una causa ajena, ya que ha tenido en todo momento la voluntad de ceñirse a los tiempos que recoge el expediente. Sin embargo, prácticamente el mismo día que trasladó el monumento al nuevo emplazamiento, la subcontrata responsable de acometer la reposición del jardín decidió unilateralmente rescindir el contrato.
Esa cancelación del acuerdo obligó a la empresa a poner en marcha un plan B. La búsqueda de una nueva firma se convirtió en una prioridad desde el minuto cero. Los esfuerzos resultaron infructuosos. Tanto es así que ahora la adjudicataria necesita ampliar el plazo de ejecución.
El citado artículo 195 establece el tiempo máximo y mínimo del que puede disponer la mercantil para finalizar la actuación. El punto 2 señala que "el órgano de contratación" concederá una prórroga del plazo que "será, por lo menos, igual al tiempo perdido, a no ser que el contratista pidiese otro menor. El responsable del contrato emitirá un informe donde se determine si el retraso fue producido por motivos imputables al contratista".
Desde que se firmó el acta de replantó, 3 de enero, hasta la fecha actual, 10 de febrero, han transcurrido más de cinco semanas. Esto significa que Vainsa podría solicitar algo más de un mes de ampliación, dado que en realidad la única acción llevada a cabo del proyecto ha correspondido a la retirada y transporte del lábaro a la ubicación de la parroquia Santo Tomás de Villanueva.
Ninguna de las otras fases que contempla el cronograma se ha materializado. Al no haberse actuado sobre el terreno, la zona de Ribalta se mantiene igual que antes de sacar la cruz, con la única diferencia de que ahora no está dicha cruceta. La plataforma sobre la que se alzaba, las escalinatas y los muros permanecen intactos, al igual que los setos y el césped. Estos elementos serán los primeros que deberán eliminarse para posteriormente rediseñar el espacio, colocar el nuevo mobiliario y, por último restituir el jardín con la plantación de herbáceas y especies arbustivas y arbóreas.