CASTELLÓ. Los funcionarios del Ayuntamiento de Castelló estudian cómo aumentar el número de veladores por local para garantizar el consumo de alcohol en el exterior de las Tascas, sin incurrir en un posible delito de prevaricación ante el acatamiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). La argucia, aprovechando el vacío legal respecto a la regulación de lo que se conoce como "mesas de un solo pie", alimenta las esperanzas de los hosteleros, aunque pone en alerta a Sense Soroll.
La solución que barajan los técnicos pasa por establecer una delimitación en la calle Barracas, donde se localizan los establecimientos, para facilitar la colocación del mobiliario auxiliar que, según la normativa municipal, permite beber en la vía pública.
En esa línea irá el contenido del nuevo artículo 26 de la ordenanza de Convivencia Ciudadana que, presumiblemente, también establecerá una acotación acerca de la cifra de personas en derredor de cada velador.
En realidad, el empleo de moblajes es una práctica habitual en las Tascas desde que el 13 de junio de 2012 el consistorio aprobó el primer decreto para la instalación de tres mesitas en uno de los locales de la calle Isaac Peral entre los meses de septiembre y diciembre, prorrogable años sucesivos completos. A partir de esa fecha las peticiones se sucedieron, incluso en algunos negocios de Barracas.
Sin embargo, al ajustarse siempre a la fachada de cada tasca la cantidad nunca excedía de tres, con superficies máximas de ocupación de 6,40 metros. Y ahí es precisamente donde reside la complejidad del nuevo texto. Atendiendo a la extensión de los frontis, las autorizaciones deberían asemejarse a los decretos de años anteriores, como puntualiza el portavoz de Sense Soroll, Pedro Monfort.
La asociación, que este martes se reunió con el concejal de Sostenibilidad, Fernando Navarro, se muestra "muy satisfecha" con la decisión del Ayuntamiento de validar en el pleno del 26 de septiembre la resolución del TSJCV que obliga a eliminar la parte del enunciado del artículo 26 que ampara las Tascas para consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. "Vemos que hay una voluntad del Ayuntamiento y eso nos parece muy bien", subraya Monfort.
No obstante, advierte que la alternativa de los veladores que maneja el equipo de gobierno puede contradecir, en parte, las medidas adoptadas en las Tascas por considerarse ZAS (Zona Acústicamente Saturada). Las restricciones horarias para reducir el ruido prevalen sobre cualquier otra norma. Por ejemplo, la Ley de Salud Pública. No en vano, ahora solo se puede beber hasta las 22.30 horas (23.30 horas en el interior de los locales).
Sea como fuere, la aplicación de la sentencia se realizará de forma gradual. Es decir, una vez acatado el fallo judicial mediante acuerdo plenario, se dejará un tiempo prudencial para informar a los ciudadanos de la prohibición de consumir alcohol en la calle. La Policía Local se mostrará flexible y, paralelamente, el ayuntamiento trabajará en una solución definitiva que satisfaga a todas las partes implicadas.