CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló descarta, por el momento, construir un nuevo puente sobre la avenida Ferrandis Salvador por la obra de ampliación de la desembocadura del riu Sec a cargo de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). El elevado coste de la actuación (unos cinco millones de euros) y la inexistencia de un acuerdo firmado aplazan a corto plazo cualquier decisión respecto a una hipotética intervención. Sin embargo, sí está previsto mantener una reunión con la CHJ para conocer su proyecto y valorar vías de colaboración.
Fuentes municipales explican que la polémica por un supuesto protocolo de intenciones firmado en mayo de 2022 (se sigue insistiendo en que documentalmente no se tiene constancia) ha suscitado un interés tanto en la alcaldesa, Begoña Carrasco, como en el concejal de Urbanismo, Sergio Toledo. Es por ello que la voluntad de mejorar la capacidad hidráulica del cauce derivará en la celebración de un encuentro en el futuro.
En esa cita, y según señalan las mismas fuentes, el Ayuntamiento trasladará a la Confederación la necesidad de buscar una fórmula que permita compartir los costes del puente. Las estimaciones iniciales de los técnicos municipales apuntan a una inversión que duplica a la proyectada por la CHJ en la desembocadura (2,66 millones de euros).
El organismo estatal anunció a principios de años la redacción y ejecución del proyecto para incrementar al menos un metro los muros existentes en los dos márgenes del río a lo largo del último tramo de 1,5 kilómetros, aproximadamente. Con un plazo de ejecución de 16 meses, la licitación del contrato estaba supeditada al OK del Ayuntamiento. Así se manifestó desde la CHJ.
En concreto, el equipo de gobierno debía validar la solución acordada con el anterior ejecutivo (el Acord de Fadrell), que sugirió transformar los dos caminos de servicios en itinerarios ciclopeatonales. La sorpresa vino cuando el área de Urbanismo constató la ausencia de documentos acreditativos de ese protocolo de intenciones y que presuntamente establece que el consistorio tiene que asumir la parte relativa a la construcción de un nuevo viaducto.
Ante esta situación, los meses fueron pasando, hasta llegar al momento actual. La Confederación reitera que sin el visto bueno del Ayuntamiento y el proyecto del puente no puede avanzar con su actuación en el río, con lo que parece que se está en una especie de punto muerto.