CASTELLÓ. El calendario para proclamar a Diana Morant como nueva secretaria general del PSPV en la Comunitat genera un problema de fechas a la agrupación de la capital de la Plana, la más numerosa e importante de la provincia de Castellón. Las datas escogidas para la celebración de las asambleas locales de las que saldrán los delegados concuerdan con la Magdalena. Entre el lunes 4 de marzo y el domingo 10, los distintos colectivos deberán elegir a los representantes que asistirán al congreso de Benicàssim, que tendrá lugar el 22, 23 y 24 del mismo mes.
Esa coincidencia representa un contratiempo para una agrupación acostumbrada a protagonizar cónclaves largos y densos, en los que además la participación resulta esencial en función de los intereses. Basta con recordar lo sucedido en la convocatoria para votar los posibles candidatos que en un elevado porcentaje debían integrar la lista de Amparo Marco con vistas a concurrir a las elecciones del 28M.
La evidencia entonces de dos bandos muy marcados, aglutinando a las diversas corrientes, confirmó lo que viene sucediendo desde la proclamación de Germán Renau como secretario general de la Ejecutiva Municipal: que existe una división interna. Esa fractura orgánica, sin ocasionar demasiado ruido, ha marcado los movimientos de las últimas semanas, con posicionamientos estratégicos.
A nadie se le escapa que en el colectivo de Castelló, y a pesar de haber una mayoría que apoya a la candidata auspiciada por Madrid, conviven grupos minoritarios que muestran más simpatía por Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa. En efecto, unos y otros comparten los mismos deseos de formar parte del listado de delegados para ir al Congreso.
En principio, a la agrupación de la Plana le corresponden un mínimo de cinco representantes, aunque fuentes consultadas aseguran que la cifra exacta todavía no se conoce, ya que depende del censo de militantes. La proporción sobre la que se especula es de un delegado por cada 40 afiliados.
Las mismas fuentes advierten que aún es pronto para determinar cuándo se celebrará la asamblea, si bien es cierto que antes de mediados de mes se tomará una decisión al respecto. Las alternativas que ofrece el calendario son pocas a tenor del condicionante de la Magdalena, que empezará el 2 de marzo y finalizará el 10. Las dos posibles fechas que se barajarían son el 24 de febrero y el 16 de marzo. Al menos, siempre que la idea sea convocar a la militancia un sábado, día que las probabilidades de una concurrencia son mayores que un jueves o un viernes, por ejemplo.
Tradicionalmente el PSPV de Castelló ha optado por el fin de semana para organizar sus asambleas, sobre todo si ha habido algo en juego, como es el caso. Y es que el reparto de afines en esta ocasión tiene una especial importancia para controlar algunos órganos y el partido en la Comunitat Valenciana.