CASTELLÓ. El requisito impuesto por Arabia Saudí en septiembre a las empresas que quieran vender productos cerámicos en el país, que obliga a obtener una marca de calidad emitida por su organismo de certificación, ha paralizado por completo los envíos de azulejo castellonense a uno de los destinos más importantes ya que, hasta la aplicación de este veto encubierto, en este 2019 ocupaba la séptima posición en el ranking mundial, con más de 66 millones de euros en ventas.
Y es que, como ha señalado la presidenta del Foro de la Cerámica del Parlamento Europeo (EPCF), la eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero, en la cita de este miércoles en Bruselas, desde que se aplicó este veto el pasado 13 de septiembre ninguna empresa española, ni europea, ha logrado esta marca de calidad. Hasta el momento, 27 empresas indias, 4 saudís y 1 de Omán han logrado la certificación, ha señalado Rodríguez-Piñero en su discurso.
A raíz de ello, la eurodiputada ha preguntado a la Comisión Europea por las medidas que piensa adoptar al respecto, pero por el momento no ha habido respuesta oficial. Y eso que, según la patronal cerámica europea, Cerame Unie, el veto se prolongará al menos hasta Cevisama.
Rodríguez-Piñero ha censurado así "las barreras técnicas al comercio" que se vienen imponiendo desde diferentes zonas. Otra es Egipto, donde "22 empresas europeas cerámicas han estado esperando tres años la aprobación para exportar baldosas". Por este motivo, la europarlamentaria ha solicitado a la Comisión Europea que trabaje para "garantizar una competencia leal a nivel internacional".
Y es que esta problemática añade nuevos costes al azulejo castellonense. El propio presidente de la patronal Ascer, Vicente Nomdedeu, señala que los estudios encargados por la institución que han permitido evitar los dos últimos expedientes antidumping iniciados precisamente por el Consejo de Cooperación de los países del Golfo y Marruecos han tenido un coste para la asociación de 800.000 euros.
En la reunión del EPCF, la eurodiputada también ha señalado que otro de los retos para la cerámica europea es el de avanzar hacia "nuevas tecnologías" que permitan la reducción de emisiones y ha abogado por evaluar posibilidades como el "hidrógeno, biomasa, metano, etc." para la cocción de los azulejos y baldosas. En esta fase, Rodríguez-Piñero ha apostado por incluir al sector entre los que se rigen por el régimen de comercio de emisiones de la UE. Asimismo, también ha abogado por establecer una tasa de ajuste de carbono en frontera que penalice la mayor afección ambiental de los productos fabricados fuera del Viejo Continente.
Todo, en un sector que, en el conjunto del sector cerámico (no solo azulejos y baldosas), factura en la Unión Europea 31.000 millones de euros y da empleo a más de 200.000 personas de forma directa, como resalta la patronal continental.
En el foro de Bruselas, y que este año celebra además su 25 aniversario, el representante de Ascer ha sido su secretario general adjunto, Alberto Echevarría. El principal panel de debate ha abordado los retos de la transformación de la industria.