CASTELLÓ. El Acord de Fadrell se topa con la Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica para eliminar la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas. La dirección general de Calidad y Educación Ambiental desaconseja la medida al considerar, que de acuerdo con la monitorización realizada, "no se dan los requisitos para declarar el cese".
En un informe firmado por la jefa del servicio de Protección de la Atmósfera, Beatriz Fatás, se pone el foco sobre el sonómetro instalado en la calle Vera, enfrente de la terraza del Casino Antiguo. Los datos revelan picos superiores en más de 20 decibelios respecto a los valores señalados en la normativa. Esto significa que para la administración autonómica resulta imperativo mantener la ZAS. Al menos, en este punto.
De hecho, la Conselleria propone al Ayuntamiento reajustar el área de la Zona Acústicamente Saturada para analizar de nuevo la posibilidad de flexibilizar las actuales medidas correctoras en aquellas vías con niveles sonoros óptimos, tanto en lo que se considera horario diurno (de 07.00 a 23.00 horas) como nocturno (de 23.00 a 07.00 horas). Esa redefinición supone de alguna forma empezar de cero, impeliendo otra monitorización, algo que en estos momentos el equipo de gobierno descarta.
En realidad, la valoración negativa de Calidad y Educación Ambiental no impide al consistorio seguir adelante con su idea de suprimir la ZAS, ya que las competencias son municipales. Sin embargo, fuentes consultadas advierten que tomar la decisión, sin el beneplácito de la Conselleria, abre la puerta a que al final el asunto acabe en el juzgado con un contencioso-administrativo.
Para evitar riesgos, el ejecutivo local espera que la dirección general rectifique tras haber presentado el correspondiente recurso. Según argumentan los técnicos del consistorio, "los niveles acústicos generados en la calle Vera" obedecen a una actividad de restauración privada, "cuyas características de funcionamiento nada tienen que ver con [los negocios de] las tascas". Así se aprecia en el examen realizado por la empresa Acusttel a través de distintos equipos de medición durante un periodo de 12 meses. Asimismo, el Ayuntamiento plantea a la Conselleria efectuar un estudio específico del Casino Antiguo con el objetivo de corregir los índices generados mediante acciones concretas.
De acuerdo con los plazos administrativos, el servicio de Protección de la Atmósfera tiene tres meses para contestar. El informe lo remitió el pasado 27 de julio y el Fadrell contestó de inmediato, por lo que a finales de octubre espera una resolución. En el caso de que no haya noticias, el equipo de gobierno tendrá que actuar respecto a la ZAS, respondiendo a las alegaciones formalizadas por hosteleros, vecinos y la plataforma Sense Sorroll.
De las ocho reclamaciones, cinco se refieren a la ocupación comercial y tres tienen un interés vecinal. Las más significativas se centran en la ampliación del horario acerca del consumo de alcohol en vía pública (hasta las 23.30 horas), la concesión de licencias para ampliar o mejorar los locales existentes y, por último, el mantenimiento de la ZAS pese a haberse constatado un descenso del ruido. Las dos primeras alegaciones corresponden a los empresarios y la tercera a la mentada plataforma.