CASTELLÓ. La compañía valenciana Yapadú Produccions será la encargada de dar un nuevo rumbo al Festival de Teatro Clásico de Peñíscola. La cita, que depende de la Diputación de Castellón, inició el pasado mes de enero un proceso de selección mediante el cual se buscaba nueva dirección artística y técnica para una edición que, este año además, cumple 25 años. A la convocatoria se presentaron otras dos compañías, la vila-realense Visitants y la zaragozana Teatro de Esquinas, pero ha concluido con la adjudicación a la empresa afincada en València.
Así, será el trabajo de Yapadú Producción -con Amparo Tortajada, como directora ejecutiva, Pablo Fernández, como director técnico y Javier Sahuquillo, en el apartado artístico-, el que identifique al festival durante los próximos dos años. Un trabajo que puede prorrogarse, si fuera necesario a otros dos, y que cogerá el testigo al equipo que Carles Benlliure ha dirigido en los últimos diez años.
De la nueva dirección, destaca el comité de expertos su propuesta "innovadora y creativa", así como la gran variedad de compañías, sobradamente conocidas" y títulos escogidos, en los que se tiene en cuenta "los distintos niveles de público". Y es que, creada en el año 2006, Yapadú Produccions, que asegura trabajar para "el 80 por ciento de las compañías de teatro y danza valencianas", ha participado en festivales como Danza València o 10 Sentidos y ha ofrecido sus servicios a La Teta Calva, L'Horta Teatre o Bambalina, entre muchas otras compañías. Se trata pues de una empresa muy conocida dentro del sector.
Por su parte, Javier Sahuquillo, quien se ha formado en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y ha trabajado, entre otros, para el Teatro Español, se declara "amante de los géneros clásicos". Razón por la cual, el dramaturgo confiesa encarar con mucha ilusión, pero también como un periodo de "aprendizaje", su nueva etapa al frente del festival. "En València se produce poco teatro clásico, es un género muy anclado a la esfera madrileña. Sin embargo, tenemos muchas aspiraciones en mente", afirma el valenciano, quien también se declara 'fan' de la ubicación en la que se desarrolla el festival. "Dialogar con el entorno del Castillo de Peñíscola es una de las cosas que más nos apetecen".
En cuanto a los retos que tiene por delante la nueva dirección, aseguran que uno de los principales objetivos es "internacionalizar el festival", para el que programarán mínimo "una o dos" producciones extranjeras por edición. Además, plantean abrir una zona 'off' al festival, "donde poder ver teatro clásico desde una perspectiva más arriesgada". Para ello, según avanza Sahuquillo, se producirán espectáculos en un formato más pequeño y en espacios no convencionales. "Una de nuestras bazas es utilizar el parque de artillería para acercar los clásicos a un público más joven", explica la organización a Castellón Plaza.
Con todo, otra de sus ambiciones es incluir nuevos lenguajes artísticos a la cita. "No queremos aspirar únicamente al teatro de texto. Además, coincidiendo con la tradición que hay en Castellón por las artes escénicas, la calle ha de convertirse en un referente para el festival."
Por otra parte, la nueva dirección, que ha realizado una propuesta económica de diez mil euros anuales, espera conseguir, de cara a futuras ediciones, que el Ministerio de Cultura y la Generalitat Valenciana se sumen al proyecto y lo cofinancien. "El Festival ha crecido mucho en los últimos años, estamos muy agradecidos a Carles Benlliures. Pero necesita dar un salto económico mucho más grande para que todas las compañías deseen visitar Peñíscola", concluye Sahuquillo, quien cree que Peñíscola cuenta con un "eje estratégico", al ubicarse entre Aragón, Cataluña y el resto de la Comunitat. "Es un núcleo de exhibición importante que ha de servir de referente para las tres autonomías", explica el dramaturgo.
El Festival de Teatro Clásico de Peñíscola se reencontrará así con su público el próximo mes de julio, con un programa que- avanzan- contendrá al menos nueve o doce espectáculos.