CASTELLÓ. La nueva alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco (PP), no quiere perder ni un solo segundo para materializar el "cambio" en el Ayuntamiento. Decidida a "devolver en forma de trabajo" la confianza recibida en las urnas como fuerza más votada, la popular firmará a partir del sábado, día en que se constituirá la corporación, los distintos decretos para repartir las concejalías, nombrar los tenientes de alcaldía (hasta 9) y constituir los principales órganos, como la Junta de Gobierno Local o las tres comisiones informativas.
La primera munícipe no se esperará a cerrar con éxito las negociaciones que mantiene abiertas con el resto de partidos políticos en busca de "grandes acuerdos por la ciudad". Ni siquiera hará un guiño a Vox, que se presume su principal socio tras una toma de contacto "cordial" el pasado viernes. Nada más ser investida tomará impulsará sus primeras medidas.
Y es que los reajustes que Carrasco acometa en su ejecutivo municipal se producirán sobre la marcha. Eso sí, siempre y cuando las conversaciones con la formación de extrema derecha culminen satisfactoriamente. Tanto el PSPV como Compromís ya han expresado que están decididos a ejercer su labor desde la oposición. Sin ir más lejos, han declinado la invitación del PP para sentarse a dialogar, lo que la propia líder popular califica de "anómalo" y "una falta de respeto a la institución".
Los socialistas y valencianistas no solo rechazan explorar puntos de encuentro programáticos con el Partido Popular, sino que escenificarán su desacuerdo ante dicha posibilidad en la toma de posesión de este sábado. Mientras los primeros todavía no han decidido si postularán candidato en la persona de José Luis López, los segundos pedirán el apoyo para su alcaldable, Ignasi Garcia.
Ese movimiento estratégico sorteará la abstención en la votación de investidura, la que reclamó este lunes Carrasco para evitar que el acto se convierta en un "circo" al ser "torpedeado" por la izquierda. Ante estas palabras, el citado López pide "respeto, el que no tuvo el PP cuando en 2015 y 2019 negociamos para constituir el Pacte del Grau y el Acord de Fadrell, respectivamente", subraya. En este contexto, el número 2 de la lista del PSPV recuerda que corresponde al partido más votado "la responsabilidad de formar gobierno".
El hecho de que la futura alcaldesa de Castelló inicie su mandato en minoría no condiciona sus planes respecto a cómo quiere que sea el nuevo equipo municipal. Como ya publicó este diario, su intención estriba en crear tres grandes aéreas a partir de las cuales se desarrollen las distintas concejalías y los ejes de actuación. Economía y urbanismo se vislumbran como dos pilares esenciales. El tercero está por ver. Va a depender de que al final Vox entre en el ejecutivo o simplemente asuma un rol de socio sin competencias, como hizo Castelló en Movimient en el primera legislatura de la alianza progresista.
En el dibujo que tiene en mente Carrasco, dos ediles sobresalen como hombres fuertes. Por un lado, el secretario general del PP local, Sergio Toledo, que además será la voz del Ayuntamiento en la Diputación. Por otro, Juan Carlos Redondo, que llevará el peso financiero. De hecho, uno de sus primeros cometidos radicará en modificar las ordenanzas fiscales para aplicar una baja de impuestos.
A cuatro días para que se celebre la proclamación de la corporación, parece claro que la elección de la alcaldable popular se producirá con la preeminencia de sus 11 regidores, esto es, sin mayoría absoluta. Según la Ley del Régimen Electoral General, la alcaldía recaerá en "la lista que haya obtenido mayor número de votos populares".
El acto comenzará a las 12 del mediodía. Cada portavoz de los cuatro grupos (PP, PSPV, Vox y Compromís) disfrutará de siete minutos desde el atril para realizar su intervención. Carrasco, tras ser investida, no tendrá limitación en su discurso. Luciano Ferrer, concejal de la formación de extrema derecha, como el munícipe más veterano, y el socialista Jorge Ribes, como el más joven, conformarán la mesa. Salvo que un informe técnico determine lo contrario, solo podrán acceder al salón de plenos 80 personas, aproximadamente dos familiares por cada regidor. La ceremonia se alargará unas dos horas.