CASTELLÓ. El Gobierno, a través de la Dirección General del Agua, acaba de lanzar la licitación de la reforma del pantano de María Cristina, que tiene su uso para regular las acometidas de agua de la Rambla de la Viuda con el fin de recargar los acuíferos. La obra, que ha recogido el Boletín Oficial del Estado, sale a concurso por 14,6 millones de euros justo medio año después de que el Consejo de Ministros la autorizase.
Estas obras, que permitirán adecuar a la legalidad sobre seguridad a la presa castellonense, ubicada en los términos municipales de Castelló de la Plana y l'Alcora, serán de esta manera las primeras desde que a principios de siglo el popular pantano se viese desbordado y sufriese un agujero de grandes dimensiones a raíz de las inundaciones del otoño del año 2000. De hecho, entre las actuaciones ahora previstas está "la terminación del tapón de la antigua acequia", tal y como informó el Consejo de Ministros en diciembre pasado.
Junto a ello, la reforma futura contempla la adecuación del aliviadero de superficie y de los desagües de fondo, la retirada de los fangos acumulados en el embalse en las proximidades de la presa, y la implantación de un sistema de auscultación. Además, se prevé la ejecución de una pantalla de drenaje del cimiento y cuerpo de la presa, la modernización de los dispositivos de toma de agua, la corrección de filtraciones y la construcción de tres caminos de acceso, uno para acceder a la coronación de la presa por la margen derecha y dos, uno por cada margen, para acceder a los desagües de fondo.
Eso sí, para comenzar la reforma del pantano castellonense todavía habrá que esperar. Y es que, aunque la Dirección General del Agua abrirá los sobres con la documentación administrativa y la propuesta técnica en julio, no será hasta el 29 de octubre cuando abra la propuesta económica. De esta manera, dado que la elaboración del informe de adjudicación se prolongará durante varios meses, los trabajos no podrán comenzar hasta entrado el año próximo.
Esta es, además, la previsión de la Confederación Hidrográfica del Júcar, donde esperan comenzar los trabajos "a principios del próximo año 2021". Dado que estos tienen un plazo estimado de dos años, no será al menos hasta principios de 2023 cuando el pantano de María Cristina esté adecuado a la nueva normativa sobre seguridad de presas. Eso sí, este debería ser el primer embalse castellonense adaptado a la nueva legalidad. Y es que las obras en el pantano de Arenós aún no han sido licitadas. En la Confederación Hidrográfica del Júcar esperan poder hacerlo este año.