Vender la cara amarga de las catástrofes es muy fácil, lo difícil es ser pacientes, reflexivos y esperar que la verdad aflore.
Fija un margen de un máximo de dos horas, de forma que esas franjas "comiencen hasta dos horas antes y terminen hasta dos horas después"
Continúan produciéndose, o se vaticinan al menos, una cantidad vertiginosa de cambios en nuestra forma de vida, que por el momento se intuye va a ser peor.
Fotos y vídeos: TONI LOSAS