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el coste energético del m2 casi se ha triplicado desde 2019

El reto del azulejo: recuperar la eficiencia y seguir bajando la factura por metro cuadrado producido

24/05/2024 - 

CASTELLÓ. El sector cerámico afronta actualmente varios desafíos. Uno de ellos es el de recuperar la eficiencia en las factorías tras un año en el que las empresas han visto cómo reducían su gasto energético, aunque, paradójicamente, aumentaron el consumo de gas que necesitaron para producir cada metro cuadrado de revestimiento. 

El informe que este jueves ha hecho público la patronal azulejera Ascer recoge que esto se debe fundamentalmente a dos factores: el cambio de tipología de producto (los grandes formatos y el porcelánico van a más) y la crisis de demanda, que provocó interrupciones de la producción en las factorías y, con ello, una pérdida de eficiencia energética. Así, mientras el coste global del gas de toda la industria cerámica bajó un 18% (algo menos que la caída de la producción, que fue del 21,2% respecto a 2022), el consumo específico de gas por cada metro cuadrado producido se vio incrementado un 7,5%, resaltan desde Ascer. 

Gráfica de costes y producción azulejera en España

De esta manera, aunque el coste de producir un metro cuadrado de revestimiento en España ha caído en el último año de 3,37 euros a 2,62, esto se debe al descenso del precio del gas, que se redujo sensiblemente el año pasado respecto a los picos estratosféricos de 2022; y también al menor consumo eléctrico de la red en las fábricas gracias a las inversiones en autoconsumo de las empresas. Así, el consumo de gas (medido en volumen), aunque también se redujo, la caída fue menor a la del precio, de ahí el incremento del 7,5% de consumo gasístico para producir cada metro cuadrado.

Ve la recuperación todavía lejos

La industria cerámica se halla así ante el reto de recuperar los niveles de eficiencia energética en las factorías, un problema derivado de la crisis de demanda que todavía sufre. De hecho, Ascer aún ve lejos la recuperación del sector, tal y como ha señalado recientemente después de que los últimos datos de exportaciones, referentes al primer trimestre del año, arrojaran una caída del 10,4%. 

El informe de Ascer recoge datos de 2023 sobre la producción, el consumo energético, la factura sectorial de energía e impacto de CO2 extraídos de encuestas internas que la patronal del sector elabora con información de sus asociados. El universo de la encuesta representa el 87% del total de las ventas y el 94% de la producción del pasado año. 

La factura casi se triplica desde 2019

Entre otros datos, el informe apunta que la factura energética global del sector bajó en 651 millones de euros en 2023 con respecto al año anterior, pasando de 1.682 millones en 2022 a 1.031 el pasado año, lo que supone un descenso del 38,7%. En 2023, la industria produjo 394 millones de metros cuadrados de baldosas cerámicas.


En su valoración, el secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, se refirió al aumento de la factura energética con respecto al año previo a la crisis provocada por la pandemia de covid-19. "En 2019, para 500 millones de metros cuadrados producidos, el coste estaba en torno a 500 millones de euros -decía-; para producir algo menos de 400 millones de metros cuadrados en 2023, la factura ha sido de más de mil millones de euros". 

En concreto, en 2019 el sector produjo 510 millones de m2 y la factura energética fue de 504 millones. Esto hace que producir un metro cuadrado de azulejo haya pasado de costar de media 0,99 euros a 2,62 en cuatro años (lo que conlleva un aumento del 164,2%).

Con todo ello, la factura energética de 2023 se acercó a los niveles de 2021, sin embargo la producción en 2023 fue cerca de 200 millones de metros cuadrados menor. Así, pese a que la factura total de energía se redujo un 38,7% respecto a 2022, aún sigue siendo más del doble de lo que se pagaba antes de la covid.

Impacto del CO2

Otro de los costes que lastran al sector cerámico son los derechos de emisiones de dióxido de carbono. Las emisiones de CO2 verificadas en el sector bajaron el año pasado un 19%, en línea con la reducción del consumo de gas. Esta reducción ha provocado que el déficit entre las asignaciones gratuitas y las emisiones "haya sido pequeño comparado con años anteriores y el coste sectorial haya disminuido", apunta el documento.En este sentido, la factura estimada por la compra de derechos de emisión de CO2 en 2023 fue de 12 millones de euros (-78%) con un precio medio de derecho de emisión de 83,47 euros/tonelada (+3%). 

Las emisiones del sector se redujeron un 30% respecto a 2021 (pico máximo de producción del azulejo español) y un 48% respecto a 2005, cuando la industria todavía no había aplicado las mejoras técnicas que sí tiene hoy en día. Así las cosas, las emisiones de 2023 sitúan al sector azulejero castellonense a 14 puntos de alcanzar el cumplimiento del objetivo de descarbonización sectorial para 2030. 

Pese a ello, Ascer reitera en su informe lo que ya había señalado su secretario general el miércoles en Castelló, que no podrá cumplir su objetivo: "El único escenario posible en la actualidad de reducción de emisiones es la reducción de producción, con la consecuente destrucción de puestos de trabajo".

Lejos del hidrógeno... y del biometano

En esta vía para avanzar en la reducción de emisiones, el informe distribuido ni siquiera menciona al hidrógeno verde y se limita a señalar: "El vector energético más viable en la actualidad para la sustitución del gas natural es el biometano, sin embargo se requiere una mayor ambición en el despliegue de plantas de producción de biometano para dar una respuesta eficiente a la descarbonización del modelo productivo". 

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