El tránsfuga de la Vilavella ejercerá de clave de gobierno tras sentirse traicionado por el PP

18/06/2019 - 

CASTELLÓ. Abelardo Zaragoza, el número 1 en la lista del PP a la Alcaldía de la Vilavella que con su ausencia en el pleno de investidura del pasado sábado ha propiciado que el PSPV siga al frente del municipio de la Plana Baixa, pretende ejercer de clave de gobierno. Tal y como ya había avanzado en redes sociales, Zaragoza no renunciará a su acta de concejal y formará parte del consistorio como edil no adscrito. Dado que el PSPV cuenta con cinco concejales, los mismos que suman PP e Independents per la Vilavella (IxlV), en principio su voto decantará la balanza hacia un lado u otro. 

De momento, Zaragoza valora abstenerse en las iniciativas que emprenda el Partido Socialista, no le daría su apoyo explícito, según señala a Castellón Plaza.  Esto ya permitiría a Manel Martínez, reelegido como alcalde de la localidad, llevar adelante sus políticas, pero el ex número 1 del PP descarta dar un cheque en blanco al PSPV. 

Respecto a la posibilidad de entrar a formar parte del equipo de gobierno, Zaragoza asegura que hoy por hoy "no aceptaría ningún cargo" en el Ayuntamiento tras la decepción vivida en su primera experiencia política. De esta manera, su ilusión es "trabajar por el pueblo" con la capacidad que le da ser la clave en las votaciones. Esta fuerza solo la perdería con un acuerdo entre el PSPV y alguno de los otros dos partidos de la oposición (PP e IxlV), algo altamente improbable. Y es que, según señalan fuentes de la localidad, la rocambolesca situación provocada por Zaragoza ha venido bien a los socialistas para librarse de su socio de gobierno en el anterior mandato (IxlV), con quien friccionaba en muchos aspectos.

"No hemos conversado"

Acerca de un hipotético pacto con el PSPV, Abelardo señala que aún "no hemos tenido conversaciones". Algo que tampoco había hecho antes de ausentarse del pleno del sábado, asegura. En este sentido, censura las acusaciones de "compra de voluntades" realizadas por la secretaria general del PP provincial, Elena Vicente-Ruiz, aunque de momento no piensa interponer una denuncia al respecto, algo que sí ha barajado el PSPV pero que de momento no se ha plasmado. "Veremos cómo evolucionan las cosas", apunta a este respecto. 

Eso sí, Abelardo Zaragoza no esconde su decepción con el modus operandi del partido. "Me siento totalmente utilizado, manipulado, traicionado", asegura. Y es que considera que Vicente-Ruiz y la presidenta local de la formación conservadora, Inma Traver, lo usaron para limpiar la imagen del partido de cara a las elecciones del 26 de mayo y, con los resultados en la mano, trataron de librarse de él.

"Yo no era afiliado, ni soy, del PP. Ellos vinieron a buscarme en enero", apunta. "Dos días después de las elecciones", Vicente-Ruiz y Traver le exigieron su dimisión "por los resultados, cuando yo considero que no había motivos: a nivel nacional habían sido iguales o peores". Posteriormente, Traver comenzó a negociar con Independents per la Vilavella el acuerdo de gobierno sin que Zaragoza tuviese conocimiento de las negociaciones, que al parecer habían concretado una alcaldía de tres años para IxlV y otro año para el PP, en la figura de Traver. "Creo que me merecía más respeto", señala el que fuera el número 1 a la Alcaldía por los populares. 

Esconder la mala gestión

Este es, y no otro, el motivo de que finalmente Zaragoza rompiese la disciplina de partido y permitiese al PSPV revalidar la alcaldía. "Yo, oficialmente, para el partido no soy el número 1 desde hace tres semanas, dos días después de las elecciones", señala como argumento. Por eso, no entiende la reacción del PP y cree que las acusaciones de la secretaria general de la formación son "una manera de defenderse", ya que solo tratan de ocultar la mala gestión del partido en las listas de la localidad. 

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