CASTELLÓ. Inditex sigue adelante con su hoja de ruta para cerrar la tienda de Zara en la plaza Santa Clara el próximo 31 de enero. En la primera reunión de la dirección con el comité de empresa y los sindicatos, la compañía reitera su decisión de bajar la persiana del antiguo edificio Lemon en la fecha anunciada, independiente de la decisión final respecto al futuro laboral de los 33 empleados afectados.
Según explica a este diario Elsa Montón, secretaria de Acción Sindical de la Federación de Servicios de CCOO, "la primera idea de la empresa pasa reubicar a los trabajadores en la tienda de Salera". Sin embargo, el encaje de bolillos resulta un tanto complejo por varios motivos. En primer lugar, por el elevado número de recolocaciones. En segundo lugar, por la veteranía de la plantilla, con antigüedades incluso superiores a los 23 años.
Aunque la prioridad "y voluntad" de Inditex radica en trasladar a todos los profesionales al local del centro comercial, lo cierto es que se vislumbra una segunda opción que consistiría en repartir los empleados entre la citada tienda y otros establecimientos del grupo en la capital de la Plana, como Pull&Bear, Massimo Dutti o Bershka.
"Estamos analizando distintas propuestas, pero lo que nos traslada la empresa es que quiere la mejor solución posible y solo pasa por reubicar la gente en Castelló", señala Montón, quien admite que la plantilla de Zara en Santa Clara aún permanece en estado shock tras conocerse la noticia del cierre.
"Hoy [este jueves] hemos compartido sensaciones. La gente está todavía en un bloqueo, porque no se esperaba la noticia. Todas las partes coincidimos en que lo que se decida con los trabajadores debe hacerse de manera rápida y bien", prosigue la sindicalista.
Montón lamenta la decisión de Inditex de poner fin a una tienda tan emblemática, ubicada en pleno centro de Castelló ("hemos comentado eso en la reunión"), pero advierte que "se producen otros muchos cierres de negocios que no son tan populares y que provocan pérdidas de puestos de trabajo".
En este punto, y ante la pretensión del Ayuntamiento de mediar en el conflicto para evitar al menos que el inmueble de Santa Clara quede en desuso, precisa que "desconozco si ha habido un contacto entre las partes. Que yo sepa, no".
Una vez que la dirección de la compañía, el comité de empresa y los sindicatos han mantenido ese primer contacto, con un intercambio de impresiones, se espera que a partir de la semana próxima empiece a aclararse el futuro de los empleados. Bien es cierto que no se ha concretado la fecha de una nueva reunión, más allá de que "hemos quedado en llamarnos por teléfono", puntualiza Montón.