CASTELLÓ. Pamesa vuelve a dar una nueva muestra de su potencia y capacidad. El primer fabricante europeo de azulejos y baldosas y el segundo mundial es todo un experto en recuperar fábricas, y empresas, que parecen desahuciadas. Lo ha hecho en varias ocasiones y lo ha vuelto a repetir, en esta ocasión en la que hasta hace poco -hasta la compra de Azuliber-, era su última adquisición.
Se trata de Keramex, una operación gestada en la primavera de 2019 y adelantada por este diario y que culminó el 5 de julio de aquel año. Como es habitual en el modo de proceder del gigante azulejero castellonense, la compra vino seguida de un profundo proceso de reconversión de la factoría. Y esto ha dado sus frutos.
En solo dos años, Keramex SA ha pasado de facturar 8 millones de euros a 46,5. Es decir, de 2018 (el último con sus anteriores propietarios) a 2020 ha sextuplicado su facturación, tal y como recogen las cuentas individuales de la firma del ejercicio pasado. El crecimiento se dio, sobre todo, el año pasado, que para Keramex no estuvo marcado por la pandemia sino por el cambio en su proceso de fabricación.
También lo estuvo por la cesión de sus oficinas, ubicadas en la carretera de Vila-real a Onda, a una de las marcas del grupo, Geotiles. Tras el anuncio de hace un año, la marca ha estrenado su nueva sede, en un edificio de 2.000 metros cuadrados, a principios de este 2021. Y la alianza también le ha dado sus frutos a Geotiles, que en 2020 también creció, en este caso un 18% hasta superar los 77 millones de euros en ventas.
Por su parte, además del incremento de facturación gracias al "nuevo plan de negocio", que contempla "relevantes inversiones para reestructurar la actividad", Keramex también ha vuelto a la senda de la rentabilidad. Así, después de que en los ejercicios previos a la compra la sociedad incurriese en pérdidas (1,5 millones en 2018) y se encontrase "en una posición financiera de desequilibrio", tal y como recogen las cuentas, la firma cerró 2020 con 7,7 millones de euros de beneficios.
Asimismo, sus gestores esperan "que dicha tendencia continúe, considerando determinadas medidas de optimización de la actividad puestas en marcha" en este 2021 y en años posteriores.
Todo ello ha venido acompañado además de un incremento de la plantilla, que en 2020 sumó 47 personas hasta el centenar. De ellos, el 95% son hombres, según recogen las cuentas. Con todo, y a pesar del lógico impacto de la covid, los gestores de Keramex son "moderadamente optimistas" y consideran que podrán ofrecer este año "nuevamente unos resultados satisfactorios".