CASTELLÓN. BP Oil acaba de poner fin a más de cuatro años de intenso trabajo con la puesta en marcha de la nueva unidad de destilación a vacío en su refinería de Castellón. Con ello ha culminado el proyecto más complejo y ambicioso de la historia de la planta, que el año pasado celebró su medio siglo de vida. Con una inversión cercana a los 100 millones de euros, éste era el principal objetivo estratégico de este 2018 para la compañía y un proyecto clave para garantizar la sostenibilidad de la planta del Grao a largo plazo, señalan desde la multinacional asentada en la provincia.
La nueva unidad permite a la refinería castellonense maximizar la recuperación de destilados (diésel y gasóleo de vacío) e incrementar la utilización en las unidades de Vacío y Coque. Desde BP Oil señalan que esto refuerza su posición competitiva para las próximas décadas dentro del mercado ibérico y mediterráneo, a los que se destina fundamentalmente la producción de la planta del polígono del Serrallo.
El proyecto, que ha sido de una gran complejidad en todo su proceso, arrancó hace aproximadamente cuatro años y medio. La principal dificultad ha residido en la ejecución material de los trabajos, que se han llevado a cabo en los últimos años. Parte de la problemática se ha debido a la necesidad de construir la unidad nueva sobre la existente, que además seguía en funcionamiento, recuerdan desde BP. Esto llevó a la compañía a tomar en su momento decisiones innovadoras por las nuevas tecnologías introducidas y las técnicas de construcción empleadas, como la construcción modular, pionera en la industria petroquímica de España. A esta complejidad se ha sumado el hecho de desarrollar este proyecto en una etapa de alta actividad para la refinería, que lo llevó a coincidir incluso con la parada general de mantenimiento que finalizó en diciembre del año pasado y que afectó a todos sus equipos, como es habitual cada lustro.
Para la planta castellonense el proyecto supone, además, una buena noticia añadida: la constatación de la apuesta firme del grupo BP por la refinería del Grao, al tratarse de uno de los grandes proyectos de crecimiento comercial dentro del segmento del refino. Esto es, señalan las fuentes de la planta castellonense, fruto del esfuerzo de todos sus trabajadores, dando unos resultados consistentes y demostrando así la excelencia tanto operativa, como en materia de seguridad y gestión el talento.
La rectora de la UJI, Eva Alcón y el director de la refinería en Castelló, Francisco Quintana, han suscrito la renovación del acuerdo