Chumillas Technology exhibe en el escaparate de sus logros nuevas aplicaciones y maquinaria
Chumillas Technology exhibe en el escaparate de sus logros nuevas aplicaciones y maquinaria
CASTELLÓ. “La clave de todo es saber aprovechar las oportunidades y que todo lo que emprendas, lo hagas de la mejor manera posible”. Así se manifiesta Prudencio Chumillas Garrido, un nombre que los buscadores en Internet fácilmente delatan las que han sido sus dos pasiones: la empresa y el fútbol.
Fundador de Chumillas Technology y hoy una de las caras más reconocibles del clúster cerámico castellonense, Prudencio compone parte de la historia de una maquinaria cerámica que combina el ingenio de los pioneros con los automatismos de una industria que encara su cuarta revolución.
Habla de sus inicios en un pequeño taller en Vila-real y del presente tecnológico como parte de un todo en una aventura vital repleta de nombres y apellidos reconocibles, sobre todo, para quienes forman parte del ecosistema azulejero. De aquel trabajo individual, hoy forma parte de la dirección de una empresa familiar puntera, con más de sesenta trabajadores a su cargo y en un puesto de responsabilidad que comparte con sus dos hijos, David y Carlos.
Descríbame aquellos inicios… y señáleme un año de referencia.
Pues en 1977-1978 comenzó todo esto. Aquella primera empresa nació en paralelo a una bajada en la actividad en los huertos, en la citricultura. Entonces fue cuando se me solicitó para que acudiera a la fábrica de Zirconio y tomara contacto con las máquinas que allí existían. Con el fin de conocer este nuevo entorno para mí, viajé a Italia con el objetivo de conocer cómo se trabajaba allí. Tras este trabajo, continuamos en Azuvi, donde desmontamos la planta de molienda y tamizado, incorporando nuevos equipos.
Y a raíz de aquí fue cuando establecimos nuestra primera empresa, que no tenía mucho que ver con la actual [ríe]. Para eso contamos con personal que procedía de Cavasola. Fue cuando se crearon los Talleres Bono, de cuya dirección me ocupé en aquel tiempo. Fuimos atendiendo encargos y creciendo. Pasamos por Zirconio, Taulell, Todagrés, muchos viajes a Italia… fue un no parar.
Y llegó el momento de establecerse por su cuenta…
Así es. En 1981 contábamos con un pequeño taller situado en el casco urbano de Vila-real, en la calle Josep Nebot. Apenas 150 metros cuadrados. Compré unas máquinas en Manresa y así empezamos con mi socio de entonces. No nos faltaba trabajo, por lo que enseguida ampliamos la plantilla. De eso ya hace casi 40 años… [rememora].
"Lo importante para nosotros siempre ha sido aportar soluciones a las necesidades que nos plantean los clientes".
¿Y qué tipo de trabajos atendían?
Pues en todo lo que se nos requería. Especialmente cerámica, aunque debo decir que al principio nos involucramos en el sector avícola, con la fabricación de maquinaria para contar pollos. Fue cuando vinieron representantes de una multinacional holandesa, puntera en el sector con la intención de comprarnos la patente. Trabajamos desde entonces en incubadoras y mataderos avícolas, un negocio en el que entramos de la mano de José Gómez, entonces propietario de La Florida.
También montamos maquinaria en Burriana en una fábrica de nylon. Lo importante para nosotros siempre ha sido aportar soluciones a las necesidades que nos plantean los clientes. Y eso es lo que siempre hemos tratado de hacer.
¿Y qué me puede contar de sus visitas a las ferias internacionales, por ejemplo a Italia?
[Ríe]. Eran viajes de dos días. Camino de Rímini. 1.600 kilómetros. Entonces tenía un R-12. Tampoco faltó el viaje con el tan recordado por todos, José Soriano, de Porcelanosa, que con su Citroën Tiburón viajábamos provistos del correspondiente avituallamiento para el camino [ríe ampliamente].
"La cerámica te permite una enorme versatilidad para atender a otros sectores y ayuda a aportar esas soluciones que nos demandan".
La maquinaria cerámica ha sido y es su actividad principal, pese a la diversificación del negocio. ¿Qué supone para su empresa?.
La cerámica te permite una enorme versatilidad para atender a otros sectores y ayuda a aportar esas soluciones que demanda el cliente. Esa experiencia y esa diversificación, sin duda, nos ha permitido que hoy estemos presentes en muchos sectores industriales. Trabajamos aportando soluciones en campos muy diversos, como es la atomización, la fabricación de baldosas, los esmaltes, colorificios…
¿Cuál cree que ha sido la clave del crecimiento de Chumillas Technology?
Sin duda, aprovechar las oportunidades que se presentan en cada momento. Aportar soluciones diferenciadoras. Que todo lo que hagas, se haga lo mejor posible, porque todos los encargos lo hemos hecho poniendo el máximo interés y el conocimiento, independientemente del sector, del tamaño de las empresas y de los importes, por supuesto.
Ya, ¿pero qué es lo importante en este negocio?
Créame, en este sector, como entiendo que en cualquier otro, lo verdaderamente importante es estar satisfecho con lo que uno hace, desde el trabajo y la dedicación además de por los resultados. Por otro lado, quiero resaltar que si bien tener grandes ideas es un factor que determina el éxito, lo que realmente determina la consecución de los objetivos es saber plasmar esa idea. Y en eso me he esforzado siempre.
¿Algún día la maquinaria sustituirá completamente al hombre, a la mujer, en las fábricas?
Sin duda alguna, la maquinaria es un factor determinante para ser competitivos, para poder crecer, pero la máquina, por muy perfecta que sea, nunca podrá sustituir las capacidades del hombre y de la mujer, porque el factor humano siempre estará por delante de las cosas, también en la industria. Y eso lo tenemos claro quienes nos dedicamos a la fabricación de maquinaria cerámica. Para eso siempre tendremos que apostar por la especialización, que resulta clave. Así debe ser y así es como lo veo.
Chumillas Technology exhibe en el escaparate de sus logros nuevas aplicaciones y maquinaria