El dramaturgo encaja esta auto-ficción subiéndose de nuevo a los escenarios. Una obra para la que, además, deja de incluir al público dentro del escenario. "Es lo más íntimo y personal que hemos hecho en la compañía Bullanga", asegura. Por lo pronto, la obra ya ha recibido el Premi Micalet de Teatre 2019
CASTELLÓ. Qué no se asusten quienes no puedan costearse otra boda más. La ceremonia que propone Bullanga, el 6 de marzo en el Paranimf de Castelló, no está cerrada a una iglesia. Ni al simple hecho de contraer matrimonio. Els nuvis narra una historia de amor -no convencional- que poco tiene que ver con una comedia romántica. Como dice su autor y protagonsita, Adrían Novella, aunque pueda sonar a cliché, es sencillamente "un canto a la vida". La nueva obra de la compañía castellonense centra su relato en torno a dos personas que están viviendo un momento importante en su vida. Un chico y una chica jóvenes, o puede que no tanto, vestidos de novios, memorando el día en que todo comenzó. Todo lo que les trae hoy a aquí. Nos topamos así ante una historia familiar en la que se desprende cariño por los momentos vividos y compartidos.
Pero esto solo es el argumento, detrás de Els nuvis hay mucho más. Una serie de cambios, o 'hitos', que hacen de su estreno un momento especial para la compañía y para la ciudad. No fue hasta el pasado mes de noviembre que la compañía de Castellnovo (Alto Palancia) representó por primera vez una obra suya en Castelló. Fue con El Pacto, pese a que su actividad en el sector se remonta a 2014, cuentan en su currículum con un premio Max y han actuado en varios puntos del país, y fuera de este. La de ahora no es una reconciliación con la ciudad, porque "nunca hubo enfado", apunta Novella. Sin embargo, es una prueba más del cambio de miras que está tomando la capital. Desde hace un par de años se está apostando por programar, con convicción, trabajos profesionales desarrollados en la provincia.
Por su parte, con este estreno Bullanga entierra una etapa. Acostumbrados a subir a los espectadores hasta el escenario, ahora devuelve al usuario su hueco en las butacas para configurar una historia más personal e intima. "Llevamos un tiempo explorando ese camino, pero con la trama actual se nos hacía extraño que ocuparan el mismo espacio que nosotros. Además, para que puedan jugar en condiciones hace falta que estén en la misma época que la obra. No puedes meter a unos espectadores de Castelló de 2020 en la casa de una familia rusa de 1970. Se crea demasiada distancia. Aunque nuestra obra no va de Rusia, el punto de partida sí que se encuentra entre los 70 y 80", argumenta el dramaturgo, quien defiende que con esto no tienen intención alguna de adquirir la convención de la "cuarta pared". Ir a verlos al teatro seguirá siendo un acto cercano.
Más cambios. Con Els nuvis el equipo se reduce a dos. Acostumbrados a controlar la representación desde las bambalinas, tanto Novella como Ariana Higón pasan a la acción, siendo los únicos interpretes de la función. "Queremos que se nos vea, llevamos mucho tiempo tirando del carro", avisan. En su caso, el actor explica que no ha sido tan costoso volver a proyectar la voz a todo un patio de butacas, como evitar que no se entremezclaran sus vivencias personales con las del personaje. "Estamos hablando de nosotros en un sentido amplio. Sería como Almodóvar con Dolor y Gloria, hay mucho de él pero no todo es exactamente real. Els Nuvis es teatro de auto-ficción, la historia se basa en hechos reales, aunque al final dejamos cierta distancia".
Para alcanzar mayor veracidad en lo que contaban, aseguran que ha sido fundamental la dirección de Vicente Genovés, que ha ayudado a Novella a alejarse de la trama y a no sobreemocionar una historia que le quedaba cerca. "Me pidió que me olvidase de lo que hace el personaje real para centrarme en lo que hace el personaje teatral. No estamos imitando a nadie, ni a nosotros mismos. Hay muchas mentiras de por medio y Vicente nos ha ayudado a no conectar con lo emocional; nos ha recordado que esto es una obra de teatro y por más que quieras defender a la persona en la que te estás basando, no es ese el personaje." Igualmente, hay que poner en valor el trabajo de Alejandra García que, además de trabajar las coreografías, ha enseñado a los interpretes a cómo deshacerse de sus tics corporales. "Para separarnos mucho más, teníamos que controlar el peso de nuestro cuerpo, la manera de movernos, de apoyarnos, de colocar la columna o hasta de caminar. Cosas tan básicas que te convierten en quien eres".
Sin todavía haberse representado de cara al público, Els nuvis ha recibido el Premi Micalet de Teatre 2019 y ha sido uno de los ganadores del Teatro Autor Exprés de la Fundación SGAE. Unos reconocimientos con los que la compañía espera seguir sumando visibilidad. "Los premios no te dan trabajo, pero es un paso importante que se nos conozca. Hace años hubiera sido imposible que hiciesen un estreno nuestro a ciegas en Castelló, porque no se nos conocía. Digo aquí, pero en ninguna parte". El joven que ha financiado la obra de su bolsillo, espera cubrir parte de sus gastos si le conceden las ayudas de conselleria. Pero recuerda, una vez más, que estas "no dan de comer". "No deja de ser una ayuda, te dan un poquito, para que no te duela tanto hacer cultura". Además de en Castelló, el publico puede ver su pieza, del 16 de abril al 3 de mayo, en la Sala Ultramar de València.