CASTELLÓ. Pamesa Grupo Empresarial ratificará este año el impresionante salto que le ha llevado a ser, con diferencia, el primer productor europeo de azulejos y baldosas. Los 1.100 millones de euros de facturación que espera alcanzar al cierre de 2021, como informó su presidente, Fernando Roig, en la reciente rueda de prensa de resultados, le harán cuadruplicar, prácticamente, las ventas que registró una década antes.
Entonces cerró el ejercicio de 2012 con unas ventas de 272 millones de euros. Si finalmente alcanza los 1.100 este año, la cifra será cuatro veces mayor que por aquel entonces.
Esto no hubiera sido posible sin una activa política inversora, a nivel orgánico pero también, y sobre todo, inorgánico. En solo ocho años, desde 2014, el grupo cerámico radicado en Almassora ha invertido más de 400 millones de euros, según ha ido informando en sus respectivos balances anuales.
Con los 90 millones destinados a compras, obras y dotaciones de maquinaria aportados en 2019, el volumen acumulado de inversión desde el ejercicio 2014 lo cifra la compañía en 343 millones de euros, tal y como informó hace algo más de un año. Y a ellos se suman los 70 millones -aunque "al final van a ser muchos más", vaticinó hace una semana Roig- previstos para este ejercicio.
Tal aportación ha permitido mejorar las cifras de Pamesa, pero el crecimiento ha venido, fundamentalmente, gracias a sumar marcas. Especialmente relevante ha sido la incorporación de TAU Cerámica en 2016, a la que ha devuelto a la vida y ha consolidado como uno de los grandes activos del grupo. No en vano, la evolución de esta compañía ha sido todavía más acusada que la del grupo.
Tras cerrar 2016, el primer ejercicio tras la adquisición, con 32,7 millones en ventas, solo un ejercicio después la cifra se había disparado hasta los 80 y en 2020 la facturación de TAU alcanzó los 148 millones, lo que supone prácticamente quintuplicar sus ingresos en el primer lustro en el universo Pamesa.
Aunque es quizás el caso más destacable entre las seis marcas del grupo (lo componen también Prissmacer, Geotiles, Navarti y Ecoceramic) la evolución de todas ellas es destacable. Y todo con el añadido de las empresas satélites, como Argenta, Cifre o Bestile, que aunque no consolidan en el conglomerado empresarial almazorense tienen una relación más que estrecha con el primer fabricante europeo de azulejos y baldosas.