CASTELLÓ. Los partidos políticos en Castellón se reinventan ante el coronavirus. Para evitar una hibernación interna tras el cierre de las sedes provinciales por la crisis sanitaria, las nuevas tecnologías irrumpen como una solución de urgencia. Cada formación aplica una metodología de comunicación diferente, pero todas tienen en común su apuesta por las videoconferencias, intranet, los correos electrónicos o la mensajería instantánea.
A pesar de la quietud que traslada la imagen de persianas bajadas, la actividad no cesa en las direcciones, con encuentros virtuales diarios entre cargos orgánicos e institucionales. Desde que se decretó el estado de alarma, los medios sociales toman el relevo de las tradicionales reuniones presenciales. No solo para adoptar decisiones, sino también como herramienta de difusión con el propósito de mantener informados a los militantes o afiliados, en particular, y a los ciudadanos, en general, sobre cuestiones de interés público.
El PSPV-PSOE se encomienda al WhatsApp y a la telemática con vistas a garantizar una mínima normalidad. Sin posibilidad de celebrar sus ejecutivas locales ni comarcales (una vez al mes), emplea la telecomunición como instrumento de gestión. De hecho, así concretó días atrás el aplazamiento de la Asamblea General Ordinaria prevista para el 28 de marzo.
En el caso de Compromís, formación que abandera la participación ciudadana mediante asambleas abiertas, la videoconferencia y las redes sociales se convierten en la tabla de salvación para instruir a sus bases. Sus representantes igualmente hacen un mayor uso de la mensajería instantánea, como en realidad ocurre con los líderes del resto de partidos.
Podem(os), que se ha visto obligado a posponer tanto el congreso estatal como el autonómico, se maneja con Skype, el conocido software de Microsoft. Toda medida de importancia se consensúa con videollamada.
Ciudadanos, posiblemente, explota más que ningún otro la tecnología para trabajar interinamente. Además del Telegram y WhatsApp, posee una plataforma propia que permite a los coordinadores locales y provinciales enviar un mensaje a todos sus afiliados. Ante la imposibilidad de convocar las juntas quincenales, ese sistema informático cobra si cabe mayor relevancia.
Para el PP, el estado de alarma implica ostensibles cambios desde el punto de vista funcional. De los más activos en la provincia, con comités de dirección cada 15 días y juntas directivas con una periodicidad mensual, trata de mantener la fluidez organizativa vía intranet, e-mail, teléfono y otras plataformas.
Vox tampoco es ajeno a la situación de excepcionalidad por el Covid-19. Su sede permanece cerrada desde hace días, lo que obliga a los miembros del Comité Ejecutivo Provincial a comunicarse mediante el correo electrónico o móvil.
Y es que, mientras dure el confinamiento, a los partidos políticos solo les queda un camino para no caer presa de la más absoluta paralización: readaptarse.