CASTELLÓ. Parir al segle XXI es un proyecto con valor divulgativo. Hay que saberlo, porque como advierten sus creadores, "para ver partos sin más se puede entrar y buscar miles de casos en YouTube". Pero, para aquellas mujeres que están embarazadas o que tienen pensado estarlo en algún momento cercano, aquí tienen una guía sobre todo lo que deberían conocer sobre su cuerpo, sus bebés y sus derechos.
La serie sigue, y muestra, el proceso de embarazo de cinco mujeres, antes y durante del coronavirus, hasta su posterior nacimiento en el Hospital de la Plana de Vila-real. Todos partos que han sido minuciosamente planificados por estas mujeres junto a sus respectivas matronas. En efecto, el documental nace para reivindicar la capacidad de decisión de cada mujer sobre cómo quiere que sea su parto, si natural o con epidural, si en una camilla o en una bañera. Las posibilidades son numerosas y por eso, todo este proceso es contado a través de una experiencia interactiva, que invita al espectador a seguirlo casi como si fuera su familia.
Ahí radica la innovación del proyecto que, además, acaba de ser nominado en uno de los certámenes internacionales más importantes de fotografía, la World Press Photo. La nominación le llega al equipo de Barret Cooperativa, responsable del proyecto, después de dos años de trabajo. Con la colaboración de À Punt Media y el Laboratorio de Innovación Audiovisual de RTVE, el docuweb empezó a elaborarse en septiembre de 2019 cuando su equipo no tenía, lógicamente, ninguna idea de que meses más tarde se desencadenaría una pandemia. No obstante, cuando el proyecto estaba a punto de finalizar, la covid-19 se interpuso en sus caminos y dio un giro de 180 grados a las salas de cualquier hospital español. Esto hizo que el equipo valenciano alargara también su estancia en Vila-real.
Hacer de los partos una experiencia más humana
Cuenta Claudia Reig, directora del documental, que todo empezó cuando produciendo una serie para la televisión valenciana empezaron a buscar servicios pioneros en humanización entre los diferentes hospitales de la sanidad pública. Esto les llevó hasta el paritorio de la Plana. "Coincidió con que varios de mis compañeros tenían a sus mujeres embarazadas, por lo que era un tema que nos preocupaba. Querían ser parte activa durante el embarazo y en este sentido, la Plana lo logra". El equipo del Servicio de Partos del hospital de Vila-real aporta un modelo poco extendido en nuestro territorio y que implica poder personalizar el tipo de asistencia recibida, desde la administración de la anestesia hasta la posibilidad de parir dentro del agua y otros métodos no farmacológicos para aliviar el dolor.
"Se tiene una idea del parto como un acto muy intervenido o mecanizado. Siempre se visibiliza como si fuera un quirófano, porque se trata como si fuera una enfermedad. En Vila-real le dan la vuelta a esto y tratan el proceso desde un punto de vista más humano. Quienes llevan el parto son las matronas, no los ginecólogos, y la paciente tiene algo que decir. Defienden su autonomía. Creo que esto es bueno, porque hay que alejarse de la visión paternalista que ha habido desde siempre de que quien decide no es la paciente sino el médico", añade la documentalista.
Asimismo, durante su proyección Parir al segle XXI quiere romper con muchas ideas que hay preconcebidas sobre los llamados 'partos respetados'. A diferencia de lo que normalmente se piensa, no se trata únicamente de partos naturales, sino, como indica la valenciana, partos donde se rompe con muchas rutinas mecanizadas para priorizar las preferencias personales y las prácticas basadas en la evidencia científica. "Hay mucha polémica sobre el tema. A estas mujeres se las tacha de 'hippies', cuando la evidencia científica y la propia OMS asegura que cualquier intervención debe estar justificada y contar con el consentimiento informado de la madre. En la Plana quieren fomentar el piel con piel. Algo que parece obvio, pero que con el avance de la medicina se ha ido alejando del momento familiar", señala Reig, que añade: "Aun así, cada mujer debe decidir qué tipo de parto quiere. Lo que a nosotros nos impresionó fue el ambiente tan íntimo y relajado que allí se crea. Te acompañan en todo momento. El primer parto que grabamos, de Graciela, duró ocho horas. Estuvo muy bien, pero no sabíamos qué nos íbamos a encontrar. Yo no soy madre y nunca había visto un parto en mi vida. Frente a la imagen que se ve en cualquier película de la industria hollywoodense, vimos como en todo momento se las guiaba y cuidaba. Algo que no ocurre en la mayoría de hospitales".
Ahora bien, si hay algo que también recalca la documentalista, y que no hay que confundir, es que los partos, tampoco en este caso, deben estar idealizados. "Puedes tener unas expectativas, pero luego puede no acabar así y terminar en cesárea o instrumentado, porque pueden ocurrir millones de cosas más que no sabían que iban a pasar. A las matronas les preocupaba que diésemos una imagen idílica del parto. Lo importante es que cada paso que se da se te informa. El equipo de parteras apoyan a las mujeres durante todo el proceso".
Además, la experiencia que se podía tener antes de la covid, inevitablemente, nunca será la misma que durante la pandemia. Se pierde en cercanía y también en cierta 'improvisación'. "El acompañamiento es el mismo, pero hay prestaciones que se han prohibido desde las autoridades como los acompañamientos durante la cesárea. La cesárea humanizada es algo por lo que habían luchado mucho... También, durante la primera ola, no se podía poner epidural y eso les eliminaba otra opción. Aunque lo que más acusan las matronas es el tema de la mascarilla y los gorros porque despersonaliza el trato y puede generar la distancia que precisamente quieren romper", explica Reig.
Un documental interactivo que quiere ser mucho más
Todas estas idas y venidas se podrán seguir en Parir al segle XXI, pero en el documental hay mucho más. Estructurado en seis bloques que desarrollan todo el proceso (expectativas, preparto, dilatación, nacimiento, posparto y vuelta a casa), se ofrecen estadísticas y contenidos adicionales que completan con datos lo que cuentan las cinco protagonistas, una de las cuales parió durante el confinamiento, en el mes de abril.
"El proyecto se plantea como un repositorio por el que cada uno puede navegar en función de sus intereses. La decisión de hacer el documental interactivo fue porque esto le añadía valores y funciones que en un formato lineal tradicional no habríamos encontrado. En este sentido, lo que intentamos es ofrecer información y además que resulte útil", asegura Àlex Badia, productor y director de medios interactivos. Así lo que pretende la pieza audiovisual es que cada espectadora pueda profundizar en aspectos que sugieren los vídeos, pero además pueden informarse más. Y es que el docuweb permite hasta diseñar un plan de parto para seleccionar las preferencias de cada mujer. Esto se complementa con una serie de vídeos didácticos donde las comadronas del Hospital de la Plana explican de manera ilustrativa qué quiere decir cada uno de los puntos y por poder, se puede incluso imprimir esta planificación en PDF.
Parir al segle XXI, que compite en la categoría a Proyecto Interactivo del Año junto a Ukraine, grey zone y Reconstructing Seven Days of Protests in Minneapolis After George Floyd's Death, anhela con todo esto que las mujeres empiecen a cuestionar el tipo de atención que desean durante sus partos. Asegura Badia que no hay ola que pueda hacer desaparecer "partos respetuosos" y esta idea "hay que conservarla". Por su parte, Claudia Reig traslada que desde la Plana ya sueñan con conseguir una casa de parto anexa a los hospitales. "Desde la OMS y en países más avanzados se habla del futuro de los partos en este tipo de instalaciones, para que puedan apartarse del todo del ambiente hospitalario. Si hay complicaciones lo tendrán al lado, pero al menos no notarán esa sensación que se siente al pisar un hospital", concluye la documentalista.